Ante el renovado interés por su gas natural tras la invasión rusa de Ucrania, Argelia podría no ser capaz de satisfacer la creciente demanda, según un informe publicado hoy por el FT.
A pesar de ser el tercer mayor proveedor de gas natural de Europa, con una cuota de mercado de alrededor del 8%, el país norteafricano no dispone de suficiente gas adicional para ponerlo a disposición.
La escasez de inversiones extranjeras en el sector de los hidrocarburos de Argelia y la burocracia han sido citadas como las razones por las que la capacidad sobrante es limitada. Las tensiones políticas con el vecino Marruecos por la cuestión del Sáhara Occidental también han obstaculizado el potencial de exportación de Argelia, lo que provocó el año pasado el cierre del gasoducto Magreb-Europa hacia España.
"Argelia ha perdido la oportunidad de desarrollar todo su potencial", declaró Anthony Skinner, consultor de riesgos políticos.
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"Esto se debe a los años de subinversión por parte de las compañías petroleras internacionales debido a un historial de condiciones fiscales difíciles y al entorno operativo general marcado por la burocracia y la lentitud en la toma de decisiones".
Por su parte, Mostefa Ouki, investigador del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford, afirmó que "a corto plazo, Argelia sólo podría proporcionar a Europa unos pocos miles de millones de metros cúbicos adicionales de gas".
Mientras Europa busca reducir su dependencia del gas ruso, Argelia ha recibido recientemente la visita del Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken y del Primer Ministro italiano Mario Draghi. La semana pasada, Draghi firmó un acuerdo de importación de gas en medio de las conversaciones entre la compañía estatal argelina de petróleo y gas Sonatrach y la multinacional italiana Eni para aumentar la producción en Italia.
Tras la subida del año pasado de los precios del petróleo y el gas, Argelia -que atraviesa una recesión económica- pudo beneficiarse de un aumento de los ingresos, que ascienden a 35.000 millones de dólares, frente a los 20.000 millones de 2020. "El dinero extra ha permitido a Argelia archivar los planes de subidas impopulares de impuestos y reformas de los subsidios e introducir un nuevo subsidio de desempleo de 90 dólares al mes", afirma el informe, lo que ayudaría a aliviar los crecientes agravios socioeconómicos, especialmente entre los jóvenes del país.