La Liga Árabe pidió el jueves a Israel que pusiera fin a las oraciones judías dentro del recinto del tercer santuario más sagrado del Islam en Jerusalén Este, advirtiendo que era una afrenta flagrante a los sentimientos musulmanes que podría desencadenar un conflicto mayor, informa Reuters.
Dijeron que, mientras Israel restringía el derecho de culto de los musulmanes en la Ciudad Vieja de Jerusalén, a los judíos ultranacionalistas, bajo protección policial, se les permitía entrar en el recinto de la mezquita de Al-Aqsa en pleno mes de ayuno musulmán del Ramadán.
Situado en lo alto de la meseta amurallada de la Ciudad Vieja, el lugar es conocido por los musulmanes como Haram Al Sharif (Noble Santuario) y por los judíos como el Monte del Templo, el lugar más sagrado del judaísmo, donde creen que se encontraban dos antiguos templos.
"Nuestras exigencias son claras: Al-Aqsa y Haram Al Sharif en toda su extensión son un lugar de culto exclusivo para los musulmanes", declaró a la prensa el ministro jordano de Asuntos Exteriores, Ayman Al-Safadi, junto al jefe de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, tras una reunión de urgencia en Ammán sobre este asunto.
Gheit dijo que Israel estaba violando una política centenaria según la cual los no musulmanes pueden visitar el recinto de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam después de La Meca y Medina, pero no rezar allí.
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Los líderes israelíes han dicho que están garantizando la libertad de culto para todas las religiones en Jerusalén.
La zona de la mezquita de Al-Aqsa es el lugar más sensible en el conflicto de varias generaciones. Las tensiones de este año se han incrementado, en parte, por la coincidencia del Ramadán con la celebración judía de la Pascua.
"Estas violaciones son una flagrante afrenta y una provocación a los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo y suponen el riesgo de un ciclo de violencia que amenaza la seguridad y la estabilidad de la región y del mundo", afirmó la Liga Árabe en un comunicado.
Israel considera que toda Jerusalén es su capital y el centro de la fe judía. Se anexionó Jerusalén Este, que incluye la Ciudad Vieja, tras el conflicto de 1967, en una medida que no ha obtenido el reconocimiento internacional.
El recrudecimiento de la violencia en Israel y los territorios palestinos ocupados en las últimas semanas ha hecho temer que se vuelva a producir un conflicto mayor.
Desde marzo, las fuerzas israelíes han matado al menos a 29 palestinos en incursiones en Cisjordania, y una serie de mortíferos ataques callejeros árabes han matado a 14 personas en Israel.
Safadi, que habló esta semana con el Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se reunió el miércoles con altos funcionarios del Departamento de Estado de EE.UU. que recorren la región para tratar de reducir las tensiones.
Safadi dijo que había recibido garantías de que Israel impediría la entrada de fieles judíos a Al-Aqsa en los últimos 10 días del Ramadán, que comienza el viernes, una medida que se espera ayude a rebajar las tensiones.