Los esfuerzos israelíes por dividir espacial y temporalmente los lugares sagrados palestinos forman parte de sus maniobras para judaizarlos, advirtió el ministro de Asuntos Exteriores de Túnez, Othman Jerandi, durante la reunión del Comité Ministerial Árabe en Jordania.
El ministerio informó de que Jerandi dijo que los esfuerzos de las fuerzas de ocupación "para imponer la llamada división espacio-temporal de los lugares santos en la Palestina ocupada no es más que un nuevo episodio de la política acelerada de asentamiento y judaización para cambiar el estatus histórico y legal de la ciudad de Jerusalén y la mezquita de Al-Aqsa; imponiendo este cambio por la fuerza y convirtiéndolo en un hecho consumado".
"La comunidad internacional -continuó- debe darse cuenta del peligro de estos esfuerzos... que tienen como objetivo principal cambiar la esencia de la cuestión palestina, pasando de una cuestión de tierra y derecho a un conflicto religioso."
Hay que redoblar los esfuerzos para que la cuestión palestina esté en primera línea de las preocupaciones de la comunidad internacional.
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Expresó "el total rechazo de Túnez a seguir tratando con diferentes escalas las cuestiones internacionales relacionadas con la agresión y la ocupación", en aparente referencia a la respuesta mundial a la invasión rusa de Ucrania y a la inacción respecto a la agresión israelí a Palestina.
"En Palestina también hay ataques diarios y graves violaciones de los derechos humanos documentadas en informes internacionales de las Naciones Unidas y del Consejo de Derechos Humanos que requieren la atención de la comunidad internacional, y merecen estar en la primera línea de las preocupaciones del Consejo de Seguridad, la Asamblea General y todos los órganos del sistema de la ONU. Estas violaciones merecen una postura internacional para poner fin a este sufrimiento continuo que se prolonga desde hace 74 años, ya que es una cuestión de derechos y una prueba diaria del mundo".
El mundo árabe debe trabajar con una sola voz para rechazar estas provocaciones, ya que "estas políticas son nefastas, no sólo para la seguridad y la paz en Palestina o en la región árabe, sino también para el mundo entero".