El Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha pedido al Comisario General del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), Philippe Lazzarini, que se retracte de sus recientes posiciones sobre la posibilidad de transferir los servicios del organismo a otras instituciones internacionales.
En una declaración, el Comité Ejecutivo dijo que rechazaba los esfuerzos por encontrar soluciones a la cuestión palestina bajo el pretexto de las dificultades financieras y la desfinanciación, con el objetivo de provocar un cambio en el estatus político y legal del refugiado palestino, que encarna la UNRWA.
El Comité Ejecutivo advirtió de los viejos y nuevos planes e intentos sospechosos dirigidos a liquidar el trabajo de la UNRWA, y de las repercusiones de sucumbir al chantaje político y financiero para ser coherente con los llamamientos de la ocupación israelí para liquidar la Agencia y remitir sus servicios y tareas a los países de acogida y al Alto Comisionado para los Refugiados.
El Comité pidió a las Naciones Unidas y a los países donantes que cumplan sus obligaciones financieras y adopten un presupuesto fijo para la Agencia, similar al de otras instituciones de las Naciones Unidas.
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El sábado, Lazzarini advirtió que la situación financiera de la UNRWA en los últimos diez años podría llevar a una interrupción o al fin de los servicios que presta a cinco millones de refugiados palestinos en los territorios ocupados, Jordania, Siria y Líbano.
Durante años, Israel ha presionado mucho para que se cierre la UNRWA, ya que es la única agencia de la ONU que tiene un mandato específico para atender las necesidades básicas de los refugiados palestinos. Si la agencia deja de existir, argumenta Israel, entonces la cuestión de los refugiados debe dejar de existir, y el derecho legítimo de los refugiados palestinos a regresar a su tierra será innecesario. Israel ha negado ese derecho de retorno desde finales de la década de 1940, a pesar de que su propia pertenencia a la ONU se condicionó a que se permitiera a los refugiados palestinos regresar a sus hogares y tierras.
La UNRWA depende casi por completo de las donaciones voluntarias de los Estados miembros de la ONU, lo que la hace extremadamente vulnerable a los grupos de presión pro-israelíes que tienen influencia en varias capitales clave.