Las relaciones entre Egipto y Argelia están "en juego" debido a las marcadas diferencias de puntos de vista sobre el expediente libio, según reveló una fuente diplomática egipcia al sitio de noticias Al-Araby Al-Jadeed.
La fuente dijo que los funcionarios egipcios estaban sorprendidos por el recibimiento del presidente argelino Abdelmadjid Tebboune al primer ministro libio, Abdul Hamid Dbeibeh, y por el hecho de que no pretendiera persuadir a Dbeibeh para que cediera el poder a Fathi Bashagha, elegido por la Cámara de Representantes del Este, sino que lo apoyara.
"Dbeibeh ha recurrido recientemente a Argelia en busca de apoyo, aprovechando su negativa a prolongar la fase de transición en Libia y a celebrar elecciones lo antes posible", dijo la fuente.
La tensión en las relaciones egipcio-argelinas llegó a su punto más alto en febrero, cuando Argelia, Etiopía, Nigeria y Sudáfrica anunciaron la formación del Grupo de las Cuatro Naciones (G4) con el objetivo de tratar diversos problemas que afectan a África.
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La fuente explicó que los dirigentes políticos egipcios consideraron que el paso se dirigía directamente a ellos, sobre todo porque la alianza incluía a Etiopía, mientras que Argelia no se había puesto en contacto con El Cairo para unirse a ella.
El diplomático subrayó que la cuestión se ha convertido en un conflicto egipcio-argelino en territorio libio, en el que cada parte apoya a uno de los dos gobiernos rivales, señalando al mismo tiempo que "la verdadera crisis para El Cairo es la conformidad de la posición argelina con la posición de la misión de Naciones Unidas, que goza de un apoyo internacional más amplio."
El presidente argelino había insinuado diferencias con Egipto sobre el expediente libio en una entrevista emitida por la televisión estatal el sábado por la noche.
"El gobierno libio que goza de legitimidad internacional es el gobierno de Dbeibeh", dijo Tebboune en la entrevista, añadiendo que Argelia se compromete y se adhiere a la legitimidad internacional que apoya el gobierno reconocido internacionalmente, subrayando su rechazo al paso unilateral que Egipto había impulsado en relación con el nombramiento del gobierno de Bashagha.