Al parecer, Turquía está dispuesta a proporcionar ayuda económica a los sirios que regresen voluntariamente a su país, mientras el gobierno turco sigue buscando soluciones a la presencia de millones de refugiados sirios en Turquía, una década después.
Según el periódico turco Hurriyet, Ankara tiene previsto proporcionar transporte, alojamiento y ayuda humanitaria a los refugiados sirios que acepten voluntariamente instalarse en las "zonas seguras" que Turquía ha limpiado de grupos militantes kurdos en el norte de Siria en los últimos años.
Tras las operaciones militares Escudo del Éufrates, Primavera de la Paz y Rama de Olivo llevadas a cabo por Turkiye en el noroeste y el norte de Siria desde 2016, el gobierno turco afirma ahora que las zonas seguras bajo su control están suficientemente desarrolladas para acoger a los refugiados sirios que regresan al país.
Se han construido unas 52.000 casas en la zona para albergar a los retornados, según el informe, y 50.000 puestos de trabajo están listos para ser ocupados por sirios en zonas industriales. Turquía también ha establecido una serie de asambleas locales y organizaciones de seguridad y judiciales en las zonas bajo su control o el de sus milicias afiliadas, y se han puesto en servicio 106 centros de salud, 33 hospitales privados y 8 hospitales públicos.
En el ámbito de la educación se han producido avances similares, ya que, según el informe, unos 350.000 niños sirios reciben educación en 1.429 escuelas, 26 de las cuales son de nueva construcción y 827 fueron reparadas y volvieron a estar operativas.
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También se han desarrollado otros proyectos de infraestructura, como mezquitas, incluyendo la construcción de alrededor de 243 nuevas mezquitas en la zona segura del norte y la reparación de 529 mezquitas, con otras 129 mezquitas que se están desarrollando actualmente.
Junto con la oferta de proporcionar refugio, puestos de trabajo y ayuda a los refugiados que deseen establecerse en el norte de Siria, Turquía también habría ofrecido la distribución de ayuda agrícola para los agricultores sirios de la región. Hasta el mes pasado, se informó de que al menos 500.000 refugiados ya se habían asentado voluntariamente en el norte de Siria.
El impulso de Ankara para asentar a los refugiados sirios en su "zona segura" del norte se produce después de una importante ruptura de la presencia del concepto en los últimos años, tras los numerosos intentos del gobierno turco de imponer la viabilidad de la zona a la comunidad internacional en general. Sin embargo, desde los enfrentamientos militares al oeste de Siria en 2019 y la pandemia de Covid-19, el concepto apenas se ha planteado hasta ahora.
Los esfuerzos de Turquía para desarrollar la zona y sus otras áreas en Siria con el fin de acoger a los refugiados sirios también llegan en un momento en el que las tensiones entre gran parte de la población turca y los refugiados sirios en Turquía han aumentado significativamente en el último año.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que ha asegurado en repetidas ocasiones que el retorno de los refugiados será voluntario y no forzoso, está sometido a nuevas presiones para buscar soluciones a la presencia continuada de 3,7 millones de refugiados sirios, mientras los partidos de la oposición ofrecen deportar indefinidamente a todos los refugiados.
A pesar de las garantías de Erdogan, han surgido preocupaciones por los informes que indican que las autoridades turcas han deportado por la fuerza a más de 155.000 refugiados sirios a Siria a lo largo de los años.