Cientos de refugiados afganos que buscaban refugio en Alemania han sido desalojados tras la llegada de un gran número de ucranianos que huyen del actual conflicto en su país.
Según un informe de Foreign Policy de la semana pasada, muchos afganos han recibido notificaciones de desalojo por parte de las autoridades alemanas, algunas de ellas con sólo 24 horas de antelación.
"Los desalojos no se hicieron públicos a propósito. Algunas personas llevaban años viviendo en sus casas y fueron apartados de sus estructuras sociales, incluidos los niños que fueron trasladados a lugares alejados de sus respectivas escuelas", dijo Tareq Alaows, miembro de la junta directiva del Consejo de Refugiados de Berlín.
Según el informe, la decisión de desalojo fue tomada por el Departamento de Integración, Trabajo y Servicios Sociales del Senado de Berlín, que dijo que estaba "basada en consideraciones operativamente necesarias y difíciles" y que no había alternativa porque los ucranianos, entre ellos muchas mujeres con niños, necesitaban un techo y una cama.
"Lamentamos que esto haya causado dificultades adicionales a las familias afganas [y que] las personas afectadas hayan tenido que salir de su entorno familiar y ahora posiblemente tengan que mantener sus conexiones sociales con gran dificultad", dijo Stefan Strauss, secretario de prensa del departamento.
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Añadió que Berlín cuenta con un total de 83 alojamientos diferentes para refugiados, que ya albergan a unas 22.000 personas. Sin embargo, con la afluencia de ucranianos, esto debía consolidarse en unos pocos centros de llegada definidos para simplificar la tramitación.
Strauss dijo que a los afganos desalojados se les dio otro alojamiento "permanente" de calidad equivalente, excluyendo los baños y cocinas compartidos.
Sin embargo, los trabajadores sociales han expresado su frustración por el trato que el gobierno da a los afganos, como refugiados de Oriente Medio y el Norte de África.
El informe añade que la mayoría de las personas que buscan refugio en Alemania entran en el sistema de asilo, que les concede una residencia temporal que se reevalúa cada seis meses. "Dependiendo de la situación en su país de origen, a menudo se deniegan las prórrogas, y finalmente el asilo".
En el caso de los afganos que llegaron a Alemania tras la toma del poder por los talibanes en agosto de 2021, la mayoría se saltó este proceso por completo, recibiendo inmediatamente permisos de residencia de tres años.
Antes de la invasión rusa de Ucrania, y tras abrir sus fronteras en 2015 a las personas que, en su mayoría, huían del conflicto en Siria, Alemania se convirtió en el mayor país europeo de acogida de refugiados, con más de 1,24 millones. En la actualidad, ha sido sustituida por Polonia, que ha acogido hasta ahora a 2,8 millones de ucranianos.
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