El hecho de que Siria siga sin solucionar los problemas pendientes impide que la comunidad internacional confirme la eliminación de su programa de armas químicas, declaró el viernes ante el Consejo de Seguridad un alto funcionario de desarme de las Naciones Unidas (ONU).
Durante la reunión del Consejo de Seguridad, los miembros intercambiaron acusaciones de que el trabajo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) se está politizando para adaptarse a los intereses nacionales.
Izumi Nakamitsu, alto representante para asuntos de desarme, lamentó que en el último mes no haya habido apenas cambios en las cuestiones relacionadas con el expediente de las armas químicas sirias.
Nakamitsu dijo que es lamentable que, hoy en día, muchos de los logros históricos de la Convención sobre Armas Químicas se hayan visto ensombrecidos por el uso continuado de armas químicas.
"Ningún ejemplo lo demuestra mejor que los numerosos casos de ese uso en Siria, que la OPAQ sigue documentando a pesar de la adhesión de ese país a la Convención", expresó Izumi.
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Según el centro de noticias de la ONU, la OPAQ aún no ha recibido cierta información solicitada a Siria. El despliegue de su Equipo de Evaluación de la Declaración se ha retrasado debido a la continua negativa del país a emitir un visado de entrada para uno de los expertos del equipo.
Izumi subrayó que hasta que no se resuelvan estas cuestiones pendientes, la comunidad internacional no puede confiar plenamente en que se haya eliminado el programa de armas químicas de Siria.
Por su parte, un representante ruso afirmó que los informes de la OPAQ sobre Siria se han basado durante mucho tiempo en la "presunción de culpabilidad".
Afirmó que la OPAQ: "Se ha convertido en una herramienta para castigar a los que no convienen a los países occidentales y, si la situación no se rectifica, la OPAQ perderá completamente su autoridad".