Palestina ha pedido al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que asuma sus responsabilidades y detenga la escalada israelí contra los palestinos y sus santuarios, informó la agencia de noticias Anadolu.
En un comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores palestino también se pide al Consejo de Seguridad que "adopte las medidas necesarias para presionar al gobierno israelí a fin de que detenga su agresión y su escalada contra los palestinos y le obligue a respetar el derecho internacional".
El Ministerio de Asuntos Exteriores condenó las violaciones cometidas por el ejército y los colonos israelíes en todo el territorio palestino ocupado, incluido Jerusalén Oriental, especialmente los llamamientos de grupos de colonos extremistas a asaltar la mezquita de Al-Aqsa, izar la bandera israelí en su recinto y realizar oraciones judías en sus patios.
También condenó el arrasamiento por parte del ejército israelí de grandes extensiones de tierras palestinas, el arranque de cientos de olivos y la agresión a pastores palestinos en Masafer Yatta y las aldeas de Duma y Kufur Malik, así como la construcción de una sinagoga en el barrio de Silwan, al sur de la mezquita de Al-Aqsa, en la Jerusalén Oriental ocupada.
La declaración señaló que estas violaciones y ataques reflejan la posición oficial israelí de continuar la escalada de la situación y la aplicación de sus planes para perpetuar la ocupación, profundizar su sistema de apartheid, y aumentar el objetivo de la Mezquita de Al-Aqsa para consolidar su división temporal y espacial.
El Ministerio de Asuntos Exteriores palestino responsabilizó plenamente al gobierno israelí de las repercusiones de las continuas escaladas que amenazan con sabotear los esfuerzos internacionales, regionales y de Estados Unidos destinados a calmar la situación.
"El abandono de sus responsabilidades por parte del Consejo de Seguridad de la ONU y el incumplimiento de sus obligaciones se han convertido en una tapadera para las violaciones y crímenes racistas y coloniales israelíes contra nuestro pueblo", añadió.
Durante el mes sagrado del Ramadán, la mezquita de Al-Aqsa y la ciudad de Jerusalén han sido testigos de la tensión entre la policía israelí y los jóvenes palestinos, como consecuencia de las incursiones diarias de los colonos israelíes en la mezquita.
Los grupos extremistas israelíes han hecho un llamamiento para asaltar la mezquita de Al-Aqsa el Día de la Independencia de Israel, a finales de este mes.