El presidente turco, Tayyip Erdogan, dijo el lunes que las delegaciones sueca y finlandesa no deberían molestarse en ir a Ankara para convencerla de que apruebe su candidatura a la OTAN, informa Reuters.
El gobierno sueco ha decidido formalmente solicitar el ingreso en la OTAN, según ha declarado este lunes la primera ministra, Magdalena Andersson, un día después de que el presidente finlandés, Sauli Niinisto, confirmara que Oslo también solicitará el ingreso.
Turquía sorprendió a sus aliados de la OTAN la semana pasada al decir que no vería con buenos ojos sus solicitudes, citando principalmente su historial de acogida de miembros de grupos que Ankara considera terroristas.
En una conferencia de prensa el lunes, Erdogan repitió que Turquía no aprobaría sus solicitudes de ingreso en la OTAN, calificando a Suecia de "criadero" de organizaciones terroristas y añadiendo que tenía terroristas en su parlamento.
"Ninguno de estos países tiene una actitud clara y abierta hacia las organizaciones terroristas", dijo Erdogan. "¿Cómo podemos confiar en ellos?"
El Ministerio de Asuntos Exteriores sueco dijo a primera hora del lunes que altos representantes de Suecia y Finlandia planean viajar a Turquía para entablar conversaciones y abordar las objeciones de Ankara.
"Van a venir a Turquía el lunes. ¿Vienen a convencernos? Disculpen, pero no deberían molestarse", dijo Erdogan sobre la visita prevista.
Erdogan dijo que la OTAN se convertiría en "un lugar donde se concentran los representantes de las organizaciones terroristas" si los dos países se unen.
Ankara afirma que Suecia y Finlandia albergan a personas que, según ella, están vinculadas a grupos que considera terroristas, concretamente el grupo militante del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y los seguidores de Fethullah Gulen, a quien Ankara acusa de orquestar un intento de golpe de Estado en 2016.
La emisora estatal turca, TRT, dijo el lunes que Suecia y Finlandia no habían concedido la aprobación para la repatriación de 33 personas que Turquía solicitó.
La OTAN y Estados Unidos dijeron que confiaban en que Turquía no frenaría la adhesión de Finlandia y Suecia.
Los diplomáticos dijeron que Erdogan se vería presionado a ceder, ya que Finlandia y Suecia reforzarían en gran medida a la OTAN en el Mar Báltico.
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