El líder del Movimiento Ennahda de Túnez, y presidente del Parlamento disuelto, Rached Ghannouchi ha advertido que el estamento militar y los servicios de seguridad no permanecerán como espectadores durante mucho tiempo si el pueblo decide actuar durante la actual crisis.
"Las dos instituciones están sujetas a la Constitución", dijo Ghannouchi a la BBC, "y su compromiso de neutralidad puede no durar si el pueblo tunecino actúa".
Ex funcionarios, entre ellos el que fuera presidente interino, Moncef Marzouki, han pedido explícitamente la intervención del ejército contra lo que se ha descrito como el golpe de Estado del actual presidente Kais Saied, que impuso "medidas excepcionales" el pasado julio y desde entonces ha tomado el control de la mayoría de las instituciones del Estado. En respuesta, Ennahda se ha pasado a la oposición para liderar la iniciativa del Frente de Salvación Nacional.
Ghannouchi parece confiar en que la fase posterior a julio terminará pronto. "Los tunecinos que lograron liderar una revolución que iluminó la región árabe, son capaces de hacerlo de nuevo". Confiesa que cometió un gran error al apoyar a Saied en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales tunecinas de 2019.
"La crisis en Túnez era básicamente económica y social antes de que Saied se volviera contra la Constitución", dijo Ghannouchi. "Esto le añadió una dimensión política y puede empujar al país hacia la bancarrota".
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