La Agencia Canadiense de Inspección Alimentaria (CFIA) ha dictaminado que las etiquetas "Producto de Israel" colocadas en los vinos producidos en los asentamientos ilegales de Cisjordania infringen la ley canadiense de protección del consumidor. En su dictamen, la agencia afirma que los vinos no se producen dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas de Israel, y sus etiquetas no mencionan que se han elaborado en una zona de Cisjordania ocupada por el Estado del apartheid.
La decisión de la ACIA es el último capítulo de los cinco años de batalla legal del Dr. David Kattenburg sobre el etiquetado de los vinos producidos en los asentamientos ilegales israelíes de los Territorios Palestinos Ocupados. Se instó a la agencia a que garantizara el correcto reetiquetado de los vinos para reflejar las políticas internas de Canadá y sus obligaciones en virtud del derecho internacional, de no reconocer, dar efecto o ayudar a mantener la empresa de asentamientos ilegales de Israel.
Kattenburg presentó una queja contra dos vinos fabricados en los asentamientos israelíes de Psagot y Shiloh. Alegó que, dado que esos asentamientos están situados en territorio palestino ocupado, en violación del Cuarto Convenio de Ginebra, era inexacto etiquetar los vinos producidos en esos asentamientos como "producto de Israel".
La ACIA estuvo de acuerdo en un principio, pero luego revirtió su decisión y siguió permitiendo esas etiquetas, citando la definición de "territorio" israelí del Acuerdo de Libre Comercio entre Canadá e Israel, que, en violación del derecho internacional, incluye zonas en las que se aplican las leyes aduaneras de Israel, como los asentamientos en los TPO.
La revocación de la decisión de la CFIA se produjo después de que el gobierno de Israel y los grupos de presión pro-israelíes lanzaran una campaña para presionar al gobierno de Justin Trudeau. Sin embargo, en 48 horas, la CFIA revocó su decisión e incluso emitió una disculpa.
El mes pasado, se sirvió vino procedente del mismo asentamiento ilegal de Psagot en el despacho de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris. La organización palestina de derechos humanos Al-Haq lo denunció en una carta abierta a Harris en la que se señalaba que ofrecer a los invitados vino producido en asentamientos ilegales normalizaba en realidad el sistema de apartheid de Israel y la actual ocupación de Palestina.
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