El ex jefe de la agencia de espionaje israelí Mossad, Yossi Cohen, fue deportado de la República Democrática del Congo en 2019 tras ser sospechoso de planear un golpe de Estado contra el presidente del país, según ha revelado este martes Haaretz. Los detalles de la visita han sido ocultados por la censura militar en Israel hasta ahora.
El medio de comunicación israelí The Marker dijo que Cohen fue deportado por el presidente Felix Tshisekedi personalmente después de su tercera visita sospechosa a la oficina del líder del Congo. Al parecer, las visitas de Cohen en nombre de Israel fueron "controvertidas, problemáticas y algunos dirían que incluso sospechosas".
Dos de las visitas de Cohen fueron expuestas por Bloomberg en primera instancia. En ella se decía que iba acompañado del multimillonario judío Dan Gertler, del que las autoridades británicas sospechan que pagó 360 millones de dólares a cambio de derechos mineros en la RDC. Las autoridades estadounidenses y suizas sospechan de Gertler por delitos similares, pero Cohen trabajó para que la administración estadounidense retirara las sanciones que le impuso a Gertler a finales de 2017. Las sanciones fueron retiradas en los últimos minutos de la presidencia de Donald Trump.
Según Bloomberg, Cohen no fue invitado a ninguna de sus visitas, y Tshisekedi siempre se vio sorprendido por su presencia. Aunque la fecha de la primera visita no fue revelada, la segunda tuvo lugar el 9 de octubre de 2019, cuando Tshisekedi voló en su avión presidencial desde la ciudad oriental de Goma a la capital, Kinshasa; su conductor y varios ayudantes cercanos murieron en otro avión que despegó poco después del suyo.
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Cohen preguntó a Tshisekedi si era para asesorar al ex presidente Joseph Kabila en un asunto de interés para Israel. Kabila -a quien se considera cercano a Gertler, de quien supuestamente recibió un soborno- mantenía entonces una complicada relación política con Tshisekedi.
Haaretz dijo que Kabila suponía una amenaza para Tshisekedi, el primer presidente que asumía el cargo después de aproximadamente un cuarto de siglo en el que el Congo fue gobernado por Kabila o por su padre, Laurent Kabila.
Unas semanas después de la segunda visita, Cohen realizó su tercer viaje al Congo y mantuvo una reunión no programada con Tshisekedi y parte de su personal en su oficina de Kinshasa. "Cohen volvió a hablar en términos vagos sobre la cooperación entre los países", dijo una fuente. "Pero a Tshisekedi se le acabó la paciencia".
Haaretz informó que: "en un momento dado, Tshisekedi pidió a su personal que abandonara la sala para poder estar a solas con Cohen. Al final de su breve conversación, se le dijo a Cohen que fuera directamente al aeropuerto, escoltado por las fuerzas de seguridad locales, y que abandonara el país para no volver. El jefe del Mossad fue así efectivamente deportado -un paso sin precedentes y humillante- tras una serie de reuniones no programadas."