El jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, advirtió el domingo a Israel de que no permitiera una marcha de banderas de colonos en la Jerusalén Oriental ocupada, informa Anadolu.
El miércoles, el ministro israelí de Seguridad Pública, Omer Barlev, y el comisario de policía, Kobi Shabtai, aprobaron el paso de la marcha por la Ciudad Vieja de Jerusalén.
"Seguimos las amenazas de asaltar el complejo de Al-Aqsa y advertimos al enemigo de que no haga tales movimientos", dijo Haniyeh en un discurso televisado para conmemorar el primer aniversario de la ofensiva israelí de 11 días sobre la Franja de Gaza.
Haniyeh dijo que Hamás "no permitirá ninguna profanación de la mezquita de Al-Aqsa ni la arrogancia de los colonos en Jerusalén".
El líder de Hamás pidió a los palestinos "que protejan la mezquita de Al-Aqsa y eviten que los colonos sigan adelante con sus planes" contra la mezquita.
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La mezquita de Al-Aqsa es el tercer lugar más sagrado del mundo para los musulmanes. Los judíos llaman a la zona el "Monte del Templo", alegando que fue el lugar de dos templos judíos en la antigüedad.
Los colonos israelíes planean la marcha de la bandera para marcar lo que llaman el día de la unificación de Jerusalén, en referencia a la ocupación israelí de la ciudad en 1967.
El año pasado, los colonos organizaron su marcha a través de la Puerta de Damasco, conocida como zona de Bab al-Amud y una de las puertas de la Ciudad Vieja de Jerusalén, entre cánticos antiárabes.
En mayo de 2021, las violaciones israelíes en el interior de la mezquita de Al-Aqsa y en el barrio de Sheikh Jarrah, en la Jerusalén Oriental ocupada, desencadenaron el estallido de una ofensiva militar israelí sobre Gaza.
Más de 200 palestinos murieron y miles resultaron heridos en la embestida, que se detuvo en virtud de una tregua mediada por Egipto. Trece israelíes murieron también por disparos palestinos desde Gaza en el transcurso del conflicto.