El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, declaró el lunes que el Mundial de 2022, que se celebrará en Qatar, será visto por 5.000 millones de personas en todo el mundo, según informa Reuters.
La audiencia televisiva de la Copa del Mundo de 2018 en Rusia batió el récord de 3.500 millones de personas.
Qatar, un pequeño pero rico Estado árabe del Golfo, acogerá la primera Copa del Mundo en Oriente Medio, a partir de finales de noviembre.
Su emir gobernante, el jeque Tamim bin Hamad Al-Thani, criticó el lunes los ataques contra Qatar por parte de algunas personas, "incluidas muchas en posiciones de influencia", por su organización del evento.
"Aún hoy, hay gente que no puede aceptar la idea de que un país árabe musulmán organice un torneo como la Copa del Mundo", dijo en un discurso en el Foro Económico Mundial.
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Afirmó que Qatar, al igual que otros Estados, "no es perfecto", pero ha impulsado reformas y desarrollo. Las reformas incluyen el aumento del salario mínimo y nuevas normas que, según las autoridades, están diseñadas para proteger a los trabajadores, incluso del estrés térmico.
Qatar ha sido objeto de intensas críticas por parte de grupos de derechos humanos por el trato que da a los trabajadores inmigrantes que, junto con otros extranjeros, constituyen el grueso de la población del país.
Qatar ha afirmado que su sistema laboral es todavía un trabajo en curso, y negó un informe de 2021 de Amnistía Internacional según el cual miles de trabajadores migrantes seguían siendo explotados.