Amnistía Internacional afirmó que a finales de 2021 había al menos 1.000 personas condenadas a muerte en Argelia, y señaló que el Estado no aplica la pena de muerte en la práctica.
En su informe global anual sobre condenas a muerte y ejecuciones, la organización de defensa de los derechos humanos afirmó que, aunque Argelia no aplica la pena de muerte en la práctica, hay al menos 1.000 personas condenadas a muerte.
El informe explicaba que no se ha ejecutado a ningún condenado a muerte desde 1993, donde las condenas a muerte suelen conmutarse por cadena perpetua después de que los detenidos pasen unos años en prisión.
La organización añadió que registró al menos nueve condenas a muerte en Argelia en 2021, frente a una en 2020, y que registró una tendencia a la baja en las condenas a muerte desde 2015.
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La directora de Amnistía en Argelia, Hassina Oussedik, dijo: "hoy lamentamos profundamente el aumento del número de condenas a muerte en 2021, en contraste con el descenso de este castigo innecesario, injusto y cruel en Argelia."
Añadió que habiendo perdido una vez más la oportunidad de abolir la pena de muerte durante la última enmienda constitucional en noviembre de 2020, "pedimos a las autoridades argelinas que adopten una posición coherente a nivel nacional e internacional, dando el último paso hacia la abolición de la pena de muerte en Argelia."
"Seguiremos movilizándonos para que Argelia sea el primer país de la región en abolir este castigo cruel e inhumano", añadió.
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