Los decanos de las facultades de Derecho de Túnez se han negado a formar parte del comité creado por el presidente Kais Saied para redactar una nueva constitución, según informa Anadolu. El decreto presidencial para la Comisión Consultiva y el Comité de Diálogo Nacional fue emitido el 19 de mayo.
"Pedimos disculpas por no haber aceptado este encargo", dijeron los decanos en una declaración conjunta. Justificaron su postura señalando la neutralidad de las instituciones universitarias y la necesidad de apartarlas de los asuntos políticos para no verse abocadas a tomar posiciones en programas políticos que no están relacionados con sus responsabilidades académicas, científicas, de investigación y morales.
"Dado que los universitarios tienen derecho, al igual que los demás ciudadanos, a tener opiniones políticas que expresan libremente, el ejercicio de este derecho debe hacerse en su nombre, no en el de la institución universitaria, especialmente cuando tienen cargos en la Universidad de Túnez".
La Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT), el mayor y más importante sindicato del país, anunció el lunes que se ha negado a participar en el diálogo nacional convocado por el presidente Saied. Según el sindicato, el diálogo será "incapaz" de salvar al país de la crisis política que lo atenaza desde el pasado mes de julio.
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Fue entonces cuando Saied impuso medidas excepcionales, como la destitución del gobierno, la disolución del parlamento y del Consejo Judicial Supremo, la promulgación de leyes mediante decretos presidenciales y la fijación de una fecha anticipada para las elecciones parlamentarias de diciembre.
Saied decidió celebrar un referéndum el 25 de julio sobre las enmiendas constitucionales que se están preparando. También se concedió a sí mismo el derecho a nombrar a tres de los siete miembros de la Alta Autoridad Independiente para las Elecciones, incluido su presidente.
Sus opositores consideran estas medidas como un "golpe contra la Constitución", mientras que sus partidarios las ven como una "corrección del curso de la revolución de 2011" que derrocó al difunto ex presidente Zine El Abidine Ben Ali. Saied insiste, sin embargo, en que sus medidas se enmarcan "en las disposiciones de la Constitución para proteger al país de un peligro inminente."