Al menos 28.670 personas se encontraban en el corredor de la muerte en todo el mundo a finales de 2021, ha declarado Amnistía Internacional en un informe publicado ayer, en el que Irán, Egipto y Arabia Saudí encabezan la lista.
"En 2021 se llevaron a cabo un total de 579 ejecuciones en 18 países, la segunda cifra más baja de ejecuciones registradas desde al menos 2010", dijo Amnistía, y añadió que el número de ejecuciones había marcado un "descenso del 12 por ciento en comparación con 2019."
La organización de derechos señaló que hubo un "aumento del 20 por ciento de las ejecuciones en Irán y Arabia Saudí en comparación con 2020, donde sólo se ejecutaron 483 personas."
"Egipto se clasificó como el primer país árabe en la aplicación de las sentencias de muerte, con alrededor de 83 ejecuciones llevadas a cabo", explicó Amnistía, señalando que Arabia Saudita había quedado "en segundo lugar, con un total de 65 ejecuciones en 2021."
El grupo de derechos añadió que Siria había quedado en "tercer lugar, con unas 24 ejecuciones el año pasado, seguida de Somalia, con más de 21 ejecuciones, Irak (más de 17 casos), Yemen (más de 14 casos) y Omán, con al menos una ejecución llevada a cabo."
Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) ejecutaron a un preso el año pasado, según Amnistía. "Varios países utilizaron el año pasado las penas de muerte como herramienta de represión contra las minorías y la oposición", añade el informe.
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