El jefe del Frente de Salvación Nacional de Túnez, Ahmed Nejib Chebbi, anunció el domingo que el frente apoya la formación de un "gobierno de salvación nacional", señalando que su establecimiento ha comenzado a tomar forma.
Esto se produjo en una reunión popular organizada por el Frente de Salvación Nacional en la ciudad de Gafsa, a la que asistieron cientos de opositores a la política del presidente Kais Saied.
Chebbi añadió que el objetivo de su frente: "El motivo es formar un gobierno de salvación nacional para salvar a Túnez de su doble crisis social y política".
El 31 de mayo, Chebbi anunció la formación de un frente llamado de Salvación Nacional, al que se sumaron cinco partidos, entre ellos el Movimiento Ennahda, Corazón de Túnez, la Coalición de la Dignidad, el Partido del Movimiento y Al-Amal, además de la Iniciativa Ciudadana contra el Golpe y varios diputados.
"No llamamos a la lucha; el gobierno de salvación que pedimos no es un gobierno que formemos en el Frente de Salvación, sino un gobierno que emane del diálogo nacional inclusivo, amplio y exitoso", expresó Chebbi.
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En su respuesta a la noticia de la formación de un gobierno de salvación nacional por parte del Frente de Salvación Nacional, Chebbi declaró: "No estamos saltando en el aire; exigimos un gobierno de salvación ahora y aquí porque Túnez no puede durar sin este gobierno".
Chebbi señaló: "la intensificación de la crisis empujará a todos los pueblos libres a dar un paso unido contra el golpe. No hay lugar para la tercera posición en Túnez; sólo hay dos posiciones: la del golpe y la de contrarrestar el golpe".
Chebbi continuó: "lo que ha ocurrido en la reunión de los jueces (anunciando una huelga de una semana en protesta por el despido de 57 jueces por parte de Saied), la protesta frente a la Alta Autoridad Electoral Independiente, la preparación del sindicato para defender la medida y las reuniones del Frente de Salvación Nacional se inscriben en el contexto de proporcionar estas condiciones para declarar un gobierno de salvación nacional y derrocar el golpe."
Desde el 25 de julio de 2021, Túnez ha sido testigo de una grave crisis política cuando Saied impuso medidas excepcionales, como la destitución del gobierno, la disolución del parlamento y del Consejo Judicial Supremo y la promulgación de leyes mediante decretos presidenciales.
Las fuerzas tunecinas consideran estas medidas como un "golpe contra la Constitución", mientras que otras fuerzas las ven como una "corrección del curso de la revolución de 2011". Saied considera que sus medidas son: "Medidas acordes con las disposiciones de la Constitución para proteger al Estado de un peligro inminente".
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