Decenas de jueces participaron el miércoles en una protesta frente al Tribunal de Primera Instancia de Túnez para objetar el: "Agresión indecente contra los jueces y para defender la independencia de la institución judicial". Esto coincidió con una huelga llevada a cabo por los jueces por tercer día consecutivo.
Durante la concentración, organizada por activistas feministas, los manifestantes lanzaron consignas como "Levantad la mano del poder judicial", "somos fieles al honor del pueblo honesto" y "Es una autoridad judicial, no órdenes policiales".
La presidenta de honor de la Asociación de Jueces de Túnez, Rawda Al-Qarafi, afirmó en un discurso durante la protesta "No se puede reformar el poder judicial abusando del honor de las personas".
Y añadió: "estamos en contra de este feroz ataque contra la judicatura tunecina que pretende ser subyugada por la autoridad ejecutiva directa". Una jueza, como otras mujeres, se encuentra en una posición discriminatoria incluso en las pruebas".
Al-Qarafi continuó diciendo: "hoy, la consigna de reformar el poder judicial es enarbolada por el presidente de la república bajo la clasificación moral (atentado al pudor). Hoy, el cuerpo de la mujer se utiliza para levantar la consigna de purificar el poder judicial. No estamos en contra de la rendición de cuentas, sino que estamos en contra del colapso del Estado, sobre todo después de que los documentos del pueblo (la investigación de seguridad) hayan circulado entre la gente".
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Recientemente se filtró en las redes sociales un documento de una investigación con una jueza entre los despedidos. El documento se refería a una acusación contra ella de haber cometido "adulterio", lo que los jueces consideran un abuso del honor y la reputación de su colega.
El pasado miércoles, el presidente Kais Saied emitió una orden presidencial en la que se estipulaba la destitución de 57 jueces debido a las acusaciones de "cambiar el curso de los casos", "perturbar las investigaciones" en casos de terrorismo y "cometer corrupción financiera y moral". Los jueces negaron todos los cargos.
La orden de destitución de los jueces fue rechazada por los sindicatos y partidos tunecinos y recibió intensas críticas internacionales, especialmente de Estados Unidos y Amnistía Internacional.
El sábado, la Asociación de Jueces de Túnez lanzó huelgas abiertas y sentadas para no presentarse a cargos judiciales en sustitución de los jueces destituidos y para no presentarse a cargos en los órganos subsidiarios afiliados a la Alta Autoridad Electoral Independiente.
El lunes pasado, el jefe de la Asociación de Jueces de Túnez, Anas Al-Hamaydi, reveló en un comunicado de prensa que el 99% de los jueces participó en la huelga, que dura una semana.
En respuesta a la huelga, el lunes, Saied ordenó descontar los días de huelga de los salarios de los jueces, subrayando: "Las instituciones públicas del Estado no pueden detenerse".
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