El Ministerio de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina (AP) condenó el viernes la decisión del Tribunal Supremo israelí y su rechazo a la apelación del Patriarcado Ortodoxo Griego contra la decisión de confiscar propiedades de la iglesia en la zona de Bab Al-Khalil, en el Jerusalén ocupado.
En una declaración recibida por Quds Press, el Ministerio de Asuntos Exteriores consideró la decisión del tribunal israelí como: "Una nueva prueba de que el tribunal y el sistema judicial de Israel son parte integrante del sistema de ocupación, y están implicados en proporcionar protección legal para la confiscación de propiedades cristianas e islámicas en Jerusalén como parte de su continuo ataque para judaizar Jerusalén y sus santidades".
El Ministerio de Asuntos Exteriores de la AP hizo un llamamiento al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) para que asuma sus responsabilidades legales y morales, ponga fin a la política de doble rasero y respete y aplique inmediatamente las resoluciones de la ONU, en concreto la Resolución 2334.
También pidió a la administración estadounidense que cumpla sus compromisos y promesas, empezando por: "La rápida reapertura del consulado en Jerusalén y la presión sobre la potencia ocupante para que cese su persecución y judaización de Jerusalén".
El miércoles por la noche, el Tribunal Supremo israelí rechazó una petición presentada por el Patriarcado Ortodoxo Griego para anular la incautación de tres de sus propiedades por parte de la organización de asentamientos Ateret Cohanim en Bab Al-Khalil, en la Ciudad Vieja de la Jerusalén Oriental ocupada.
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