Un miembro de la Asamblea Constituyente para la Redacción de la Constitución en Libia, ha dicho que las consultas de El Cairo sobre la vía constitucional han fracasado, ha informado Arabi21.
"Los resultados de lo ocurrido en El Cairo eran esperados y confirman que lo que está haciendo la misión de la ONU tiene como objetivo asestar un golpe a la vía constitucional y sumir a Libia en una fase de transición que puede ser la peor", afirmó Nadia Omran. "A pesar de que los medios de comunicación publicaron un gran número de artículos sobre el consenso, la verdad apareció en la declaración final de la misión, ya que la falta de consenso sobre las instituciones constitucionales no se resolvió ni se resolverá más que con un referéndum".
Según el funcionario libio, no hubo acuerdo sobre la estructura del poder legislativo, sus competencias y su sede; sobre el poder ejecutivo y sobre las condiciones de elección del presidente. "Y no hubo acuerdo para permitir que los militares asuman cargos de soberanía, ni se acordó permitir que quienes tienen otra nacionalidad ocupen cargos de soberanía. Tampoco hubo acuerdo sobre la organización administrativa local".
Los asuntos mencionados, así como otros, añadió, confirman que la formulación de las normas que rigen el país no puede ser nunca una violación de la vía constitucional estipulada en la declaración constitucional y en los textos del acuerdo político. "Tampoco puede lograrse permitiendo que otros países se inmiscuyan en un asunto soberano como la Constitución y la manipulen según sus intereses. No puede limitarse a un grupo que no tiene ni la experiencia ni los conocimientos necesarios para redactar constituciones". Insistió en que el proyecto de constitución debe someterse a la voluntad del pueblo libio mediante un referéndum nacional.
La jefa de la Misión de Apoyo de la ONU en Libia, Stephanie Williams, había anunciado el fin de la tercera y última ronda de negociaciones del comité conjunto de la Cámara de Representantes y el Estado sobre la vía constitucional. Señaló que seguían existiendo diferencias en cuanto a las medidas que regulan la fase de transición que conduce a las elecciones, e hizo un llamamiento a las dos presidencias para que se reúnan en un plazo de 10 días en un lugar que se determinará más adelante, para superar las cuestiones pendientes.
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