España acusó ayer a Argelia de bloquear casi todos los intercambios comerciales bilaterales, con la excepción de sus exportaciones de gas, tras un importante enfrentamiento diplomático entre ambos países por el disputado Sáhara Occidental.
"A pesar de las declaraciones de Argelia diciendo que se trata de fantasías malintencionadas ideadas por España, existe efectivamente un bloqueo de las operaciones", declaró el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, a la radio oficial RNE.
En junio, la asociación bancaria de Argelia anunció restricciones a las operaciones con España, pocas horas después de suspender un tratado de amistad con Madrid.
En respuesta, la Unión Europea advirtió a Argelia de las repercusiones de las restricciones que impuso a España, advirtiendo que constituiría una "violación del acuerdo de asociación entre la UE y Argelia, especialmente en el ámbito del comercio y la inversión".
Argelia niega la validez de las acusaciones.
La escalada se produjo después de que el gobierno español cambiara su posición sobre el territorio en disputa del Sahara Occidental.
Anteriormente, España había apoyado la independencia del Sáhara Occidental. Sin embargo, tras el aumento de las tensiones diplomáticas con Marruecos el año pasado, se convenció al gobierno para que aceptara la posición de que el Sáhara Occidental fuera una región autónoma con Marruecos.
Argelia, firme partidaria de la independencia del Sáhara Occidental, ha calificado el giro de España como "una traición".
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