Francia instó el martes al nuevo primer ministro de Israel, Yair Lapid, a reanudar las conversaciones de paz con los palestinos, pero Lapid restó importancia a tales perspectivas, citando a elementos derechistas en su gobierno provisional antes de las elecciones de noviembre, informa Reuters.
"El pueblo de Israel tiene la suerte" de tener a Lapid como primer ministro, dijo el presidente francés Emmanuel Macron, antes de una reunión entre los dos líderes en París.
Ante las cámaras, Macron dijo que "no hay alternativa" al diálogo político para aliviar las tensiones entre israelíes y palestinos.
"Sé lo mucho que puede marcar la historia si se relanza este proceso, que ha estado roto durante demasiado tiempo", dijo Macron, añadiendo que creía que Lapid "tiene lo que se necesita" para tener éxito.
Lapid, secularista y centrista, ha defendido durante mucho tiempo que la reanudación de las conversaciones sobre la creación de un Estado palestino, que se estancaron en 2014, sería buena para las necesidades de Israel desde hace mucho tiempo. Sin embargo, al haber asumido el año pasado la jefatura del gobierno de su socio nacionalista, Naftali Bennett, heredó una coalición que incluye a los halcones que se oponen a ceder las tierras ocupadas a los palestinos.
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"Hablamos de la cuestión palestina, pero no fue la parte principal de la discusión", dijo Lapid a los periodistas en una sesión informativa después de su reunión con Macron.
"El modelo de gobierno sigue siendo el que es y las limitaciones siguen siendo las que son", dijo, y añadió que los franceses "lo entienden perfectamente", aunque sus preguntas eran "totalmente legítimas".
Lapid dijo que no descartaba una reunión con el presidente palestino, Mahmud Abbas, pero dijo que era poco probable en los próximos cuatro meses, en referencia a las elecciones del 1 de noviembre.
"No celebro reuniones por celebrarlas. Deben tener resultados prospectivos positivos para Israel. Esa no es la situación ahora mismo", dijo.
En cuanto a los asentamientos judíos en tierras de Cisjordania, una de las principales quejas palestinas en este conflicto que dura décadas, Lapid dijo que su política era permitir su construcción para dar cabida al "crecimiento natural", en referencia al aumento de las familias residentes.
Israel no construirá nuevos asentamientos, añadió.