Grecia ha estado estableciendo en secreto un sistema de defensa contra los drones turcos, utilizando tecnología israelí para contrarrestarlos en caso de ataque.
En el periódico griego Kathimerini, su corresponsal de defensa diplomática y periodista, Vassilis Nedos, escribió que Atenas ha establecido un "verdadero paraguas contra los aviones no tripulados enemigos" en los últimos dos meses, especialmente sobre islas y lugares importantes del país.
Fabricado y creado por la empresa de defensa israelí Rafael Advanced Defence Systems, el "Drone Dome" funciona interfiriendo los sistemas de comunicación y el GPS de los drones y neutralizándolos potencialmente. Al parecer, también puede derribar drones autónomos con un láser invisible de 10 kilovatios.
La empresa, que proporcionó en secreto el sistema a Grecia y tiene una política de no divulgación de clientes, ofrece además versiones personalizadas del sistema a los clientes, lo que supuestamente ha hecho para Atenas. "Es básicamente una versión de un sistema anti-UAV que tiene características similares a las del Drone Dome de Israel, pero adaptado a las necesidades específicas de Grecia y al terreno geográfico de las islas y otras zonas fronterizas", escribió Nedos.
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La puesta en marcha del sistema se produce en un momento en el que las tensiones entre Grecia y Turquía han aumentado considerablemente en los últimos meses, especialmente por la cuestión de los derechos marítimos y el armamento o la militarización de las islas del Egeo por parte de Atenas. A pesar de que el sistema posee la capacidad de derribar vehículos aéreos no tripulados, en los actuales tiempos de paz -aunque tensos- podría servir para proteger el espacio aéreo griego de la intervención de los drones turcos y de la vigilancia de los movimientos militares.
Los drones turcos, como el Bayraktar TB2, han ganado una importante popularidad en los últimos dos años después de que su rendimiento se demostrara eficaz en Siria, Libia y Nagorno-Karabaj en 2020. Desde entonces, Ankara ha utilizado sus vehículos aéreos no tripulados para ofrecer defensa a sus aliados, impulsar su industria armamentística nacional y proyectar su influencia en la región y fuera de ella.
Los drones también han despertado la preocupación en Europa por las crecientes capacidades militares y de defensa de Turquía, lo que ha provocado que naciones como Grecia, en este caso, intenten establecer sistemas de defensa para contrarrestar cualquier posible enfrentamiento futuro con los UAV turcos.
La "cúpula de drones" israelí proporcionada a Grecia es también el resultado de los crecientes lazos en el sector de la defensa entre Atenas y Tel Aviv, ya que ambos firmaron el año pasado un acuerdo de defensa por valor de 1.680 millones de dólares, el mayor de su historia bilateral, que incluía el suministro del avión de entrenamiento M-346 y la creación de una escuela de vuelo en Grecia. Tres meses después, firmaron otro acuerdo de defensa por valor de 1.650 millones de dólares.