El movimiento tunecino Ennahda afirmó, el jueves, que sus dirigentes, especialmente su jefe, Rached Ghannouchi, son objeto desde hace días de una campaña de ataques sistemáticos. Esta campaña tiene como objetivo aprobar el golpe de Estado, legitimarlo y desviar la atención de la crisis económica.
Durante una conferencia de prensa en la sede de Ennahda en la capital, Túnez, el portavoz del Movimiento, Imad Khamiri, dijo: "Esta campaña es clara a través de la excitación de cuestiones fabricadas contra el Movimiento, para aprobar el golpe y legitimarlo y desviar la atención de los problemas económicos y financieros que Túnez está presenciando".
Y añadió: "Esperamos que esta campaña se intensifique contra Ennahda y su presidente en los próximos días".
Khamiri añadió que la autoridad golpista demostró su incapacidad para abordar la crisis económica. "Estamos ante una autoridad que no tiene ninguna visión, más allá de reunir poderes y hablar de cuestiones políticas para conseguir un gobierno individual y una construcción básica".
Consideró que el referéndum sobre el nuevo proyecto de Constitución no tiene ninguna referencia legal y constitucional y no fue construido en función de la vía participativa. Ni siquiera se han tenido en cuenta los trabajos del Comité Consultivo, que ha sido ignorado.
La justicia tunecina ha emitido varias decisiones relacionadas con el interrogatorio de Ghannouchi en el caso de la Asociación Namaa Túnez. La justicia también congeló sus cuentas bancarias, junto con otras nueve personalidades, entre ellas el ex primer ministro, Hammadi Jebali.
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El Movimiento Ennahda calificó estas decisiones como un intento del presidente Saied de aprovecharse del poder judicial, para liquidar a sus adversarios políticos en el marco de estrechas consideraciones electorales que son explícitas para todos.
El miércoles, el Departamento Regional del Tribunal de Cuentas de Gafsa (suroeste) dictó sentencias en primera instancia (recurribles) de anulación de las listas de los partidos Ennahda y Corazón de Túnez en las elecciones parlamentarias de 2019 en varias circunscripciones del centro y suroeste. También impidió a los miembros de los dos partidos participar en las elecciones durante cinco años.
El jefe del Tribunal de Cuentas, Najib Al-Katari, declaró a la agencia de noticias local que la decisión está relacionada con la financiación extranjera a favor de los dos partidos mencionados, además de la celebración de un contrato por parte de Ennahda con empresas publicitarias estadounidenses.