Los círculos políticos de la región, tanto israelíes como árabes, se preparan para la visita del presidente estadounidense Joe Biden. Se espera que la agenda del presidente Biden incluya el anuncio de la normalización israelí-saudí, la petición a este último de que bombee más petróleo al mercado mundial y el establecimiento de una alianza militar tipo OTAN para contrarrestar la influencia iraní.
Mientras que su visita a Israel pretende confirmar su compromiso con su seguridad, su llegada a Arabia Saudí tiene como objetivo promover los intereses inmediatos de EE.UU., ya sea para influir en los precios del petróleo, restaurar la posición de EE.UU. en Oriente Medio o ampliar la coordinación de la seguridad regional para hacer frente a Irán. Con su visita a la Autoridad Palestina, la administración estadounidense reafirmará su compromiso con la solución de los dos Estados, sin esperar un avance político.
En los últimos días, los centros de investigación y los medios de comunicación israelíes publicaron una serie de artículos y documentos en los que se discutían los posibles beneficios que obtendrá Israel de la visita. También hablaron de la lista de peticiones que se está preparando y que abarca varias vías: política, económica, de seguridad y militar.
Los israelíes son muy conscientes de que la visita de Biden tiene un significado político interno no menos importante que sus aspectos externos e internacionales. En noviembre de 2022 se celebrarán en Estados Unidos las elecciones de mitad de mandato para el Senado y la Cámara de Representantes. La posición de Biden y de los demócratas no es tan buena, su popularidad se sitúa en el 40%, no lo suficientemente alta como para mantener el poder en ambas cámaras. Mientras tanto, la historia de las elecciones en Estados Unidos muestra que el partido que representa a la Casa Blanca suele perder escaños en las elecciones de mitad de mandato, cuando la gente expresa su entusiasmo por la actuación del gobierno en sus dos primeros años de mandato.
Biden tiene un gran interés en visitar Israel antes de las elecciones de mitad de mandato para aumentar el apoyo a los candidatos demócratas. Su visita contribuirá a transmitir a Israel y a Oriente Medio el mensaje de que Estados Unidos no tiene intención de abandonar la región y se compromete a proteger a sus aliados.
Mientras tanto, los círculos israelíes creen que un gran fracaso en las próximas elecciones al Congreso puede afectar a las elecciones presidenciales de 2024.
Los israelíes creen que entre los objetivos de la visita de Biden está el anuncio de la reanudación del apoyo financiero a los palestinos para evitar el colapso de la Autoridad Palestina. Esto, junto con la mejora de las relaciones bilaterales entre Washington y Tel Aviv, y la prestación de una importante ayuda militar a Israel. La crisis energética y el futuro de la relación con Arabia Saudí son también un factor importante.
También se espera que se anuncie una alianza árabe-israelí de defensa aérea que incluya a Egipto, Jordania, Irak y los Estados del Golfo, con el objetivo de combatir la amenaza de los misiles balísticos y los drones iraníes. Esta alianza incluirá la cooperación conjunta en materia de inteligencia y un sistema de alerta temprana para identificar e interceptar los misiles marítimos iraníes.
Los israelíes se preguntan si Biden puede lograr todos estos objetivos durante esta visita. Es posible que los palestinos no se conformen con reanudar únicamente el apoyo financiero -a pesar de su importancia-, a la vista de que Biden no ha conseguido obligar a Israel a seguir una vía política, o al menos a detener la expansión de los asentamientos en Cisjordania, que no se ha frenado antes de la visita.
Mientras Israel esté gobernado por un gobierno provisional, es poco probable que se puedan firmar acuerdos. Sin embargo, lo que Tel Aviv considera más importante es que se produzcan avances con Arabia Saudí. Israel espera continuar con su seguridad y militar con el reino, bajo la mesa, con la supervisión de Estados Unidos.
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Uno de los objetivos más importantes de la visita, según los israelíes, es reducir los precios del petróleo mediante un compromiso claro de Arabia Saudí de aumentar la producción con el tiempo. La administración estadounidense cree que ese compromiso proporcionará estabilidad a largo plazo.
Israel entiende muy bien las intenciones de la administración estadounidense de compartir las cargas de lidiar con Irán con los países de la región, evitando que se dirijan en una dirección incompatible con los intereses estadounidenses.
La visita de Biden coincide con los preparativos israelíes para una quinta ronda de elecciones anticipadas en cuatro años, así como con las elecciones intermedias al Congreso, y esta coincidencia puede no interesar a Biden, que fijó la fecha de su visita antes de la dimisión de Naftali Bennett y la disolución de la Knesset israelí.
Sin embargo, tras dos guerras fallidas en Afganistán e Irak, Estados Unidos ya no puede actuar solo como "policía" mundial.
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