Jordania ha aumentado recientemente el número de sus declaraciones sobre Irán y su papel en la región. Sin embargo, a pesar de las diferencias entre Ammán y Teherán, las declaraciones indican el nivel de ambigüedad en la política y las relaciones regionales, especialmente a medida que se acerca una cumbre árabe-estadounidense. Es seguro que Teherán no estará ausente de la agenda.
El rey Abdullah II reveló hace un año que su país había sido atacado por drones de fabricación iraní. Aunque se ocupó de ellos, dijo entonces a la CNN que esos ataques estaban "en aumento", pero no dio más detalles. En mayo, el monarca jordano fue entrevistado por el general retirado Herbert McMaster, en el marco del podcast militar especializado Battlegrounds, durante su visita a Estados Unidos. Mencionó el impacto de la presencia de Rusia en el sur de Siria, diciendo que es una fuente de calma. "Sin embargo", añadió, "ese vacío será llenado por los iraníes y sus apoderados, así que lamentablemente estamos ante una posible escalada de problemas en nuestras fronteras".
Cuando se le preguntó por su anterior advertencia en 2004 sobre lo que denominó la "media luna chiíta", el rey Abdullah dijo: "Me gustaría aclarar que cuando hablé de la media luna chiíta, me refería a la media luna iraní desde un punto de vista político."
Los comentarios del rey en relación con Irán y su papel regional no pasaron sin que se recordara a Irán el principio de "buena vecindad" y de "no intervención en los asuntos internos" de otros Estados. Esto indica la preocupación implícita del Reino Hachemita por las políticas de Teherán y el temor a sus repercusiones en su propia seguridad y estabilidad.
El primer ministro jordano, Bisher Khasawneh, también declaró a la cadena árabe BBC el pasado domingo que su país busca buenas relaciones con Irán y que nunca lo ha tratado como una amenaza para la seguridad nacional.
"Jordania tiene observaciones clave sobre el tratamiento de Teherán en algunos asuntos de la región de Oriente Medio", explicó Khasawneh. "[Esto incluye] la intervención de Irán en países hermanos, ya que su seguridad nacional se considera parte integrante de la seguridad nacional de Jordania, incluidos los Estados hermanos del Golfo". Jordania, señaló, está deseando establecer lazos bilaterales con Irán que se basen en el principio de buena vecindad.
Subrayó que Jordania está abierta a una relación sana con Irán sobre la base de los controles y disposiciones en los que se basa el sistema internacional: la no injerencia en los asuntos internos de los países, el respeto a su soberanía, la integridad territorial y los principios de buena vecindad.
La posición jordana respecto a Irán ha cambiado, y es una clara señal y un mensaje político que suscita más especulaciones sobre el mapa de las próximas alianzas en la región, especialmente ante la proximidad de la cumbre árabe-estadounidense que se celebrará en Arabia Saudí dentro de unos días con la participación del presidente estadounidense Joe Biden.
Las relaciones jordano-iraníes sufrieron un distanciamiento de casi dos décadas, después de que Jordania apoyara a Irak en su guerra contra Irán en la década de 1980. Departamentos del gobierno iraquí revelaron recientemente que se produjo un diálogo en Bagdad entre representantes de Irán y Jordania. Ninguna de las partes lo ha confirmado oficialmente.
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