Las autoridades rusas están elaborando una nueva ley que legalizaría y regularía la banca islámica en el país, y que se introduciría inicialmente en cuatro repúblicas de mayoría musulmana como parte de un plan piloto, entre las que se encuentran Chechenia, Daguestán, Tatarstán y la Bashkiria rusa.
La puesta en marcha de instituciones bancarias no crediticias funcionaría como Organizaciones de Colaboración Financiera (OPF), que ofrecerían productos financieros conformes a la sharia para clientes musulmanes, según un informe del diario ruso Kommersant.
El informe añade que las OPF estarán bajo la jurisdicción del Banco Central de Rusia, que supervisará sus operaciones.
En una declaración realizada el viernes para anunciar el proyecto, el presidente del Comité de la Duma Estatal sobre Mercados Financieros, Anatoly Aksakov, dijo: "llevamos tiempo recibiendo muchas peticiones relevantes de activistas de Bashkiria, Tatarstán, Chechenia y otras repúblicas del Cáucaso Norte".
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"Estas iniciativas están llamando la atención porque algunos países de Oriente Medio y Asia han mostrado su interés en invertir en estas regiones rusas, pero no lo han hecho por motivos religiosos", añadió Aksakov.
La medida se produce en un momento en que los bancos estatales rusos se han visto afectados por las sanciones impuestas por Occidente en respuesta a las operaciones militares en curso en Ucrania iniciadas en febrero, y se considera un intento de atraer a inversores alternativos de países musulmanes.
El año pasado, el Comité de la Duma Estatal sobre Mercados Financieros creó un grupo de trabajo sobre finanzas islámicas, con el objetivo de estimular la inversión de los EAU y otros estados musulmanes.
Se dice que el sector bancario islámico mundial está creciendo a un ritmo anual del 14% y se calcula que tiene un valor de 1,99 billones de dólares, lo que supone una cuota del 6% en el sector bancario mundial no islámico.
Los países de mayoría musulmana, como Qatar, Turquía, Arabia Saudí, Malasia, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Pakistán, representan la gran mayoría de los activos bancarios islámicos: el 93%. El primer banco islámico establecido fuera del mundo musulmán fue en Gran Bretaña en 2004.