El ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, declaró ayer que el apoyo de Rusia e Irán al régimen sirio de Bashar Al-Assad es inaceptable para Ankara.
Cavusoglu añadió que su país tiene diferencias de opinión con Rusia e Irán en este expediente, y que Turquía había suspendido sus operaciones contra las Unidades de Defensa Popular (YPG) en Siria como parte de las promesas hechas por Estados Unidos y Rusia de limpiar la región de los "terroristas" del grupo, pero esto no se ha logrado.
"Esto ha llevado a los terroristas a continuar sus ataques contra la oposición siria, los soldados y la policía de Turquía, y también en sus tierras", añadió. Turquía considera que las YPG son el brazo sirio del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), designado como organización terrorista por Estados Unidos, la UE y Turquía. Sin embargo, Estados Unidos apoya a las YPG en sus esfuerzos por combatir a los grupos terroristas en Siria.
El alto diplomático subrayó que "las organizaciones terroristas llevan a cabo ataques directos contra Turquía desde Siria, lo que lleva al martirio de soldados y policías y al asesinato de civiles inocentes."
"En tal caso, la amenaza continuará mientras estos terroristas estén aquí. No podemos tener las manos atadas, después de todo, no hemos recibido permiso de nadie en las operaciones que hemos llevado a cabo hasta ahora", añadió.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado recientemente que el expediente de la nueva operación militar en el norte de Siria seguirá en la agenda de Ankara hasta que se disipe su preocupación por la seguridad nacional.