El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha advertido que la crisis del agua en el Líbano pone en peligro la salud de millones de personas, especialmente de los niños.
En un nuevo informe titulado "Luchando por mantener los grifos abiertos", UNICEF afirma que "las perspectivas de solución seguirán siendo sombrías, ya que la falta de electricidad hace imposible bombear suficiente agua y, en algunos casos, hace que el bombeo se detenga por completo", señalando que el Líbano ha conseguido evitar el colapso total de su infraestructura hídrica.
El informe advierte que millones de personas en el país se ven actualmente afectadas por la escasa disponibilidad de agua limpia y segura, y añade que los sistemas de abastecimiento de agua siguen tambaleándose al borde de un precipicio, poniendo en riesgo la salud de millones de personas, especialmente de los niños.
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Según el informe, el aumento de los precios mundiales del petróleo ha agravado el colapso económico del país, mientras que la pandemia de coronavirus ha empeorado la situación.
El año pasado, UNICEF advirtió que el sistema de agua del Líbano había llegado a un punto de ruptura e hizo un llamamiento para que se restableciera urgentemente el suministro de energía, a fin de que los servicios de agua siguieran funcionando en el país.
La crisis energética del Líbano es una de las repercusiones de la grave crisis económica y financiera que sufre el país desde hace más de dos años y medio, con cortes de electricidad la mayor parte del día.
La crisis económica libanesa ha provocado la disminución de las reservas de divisas y el agotamiento de las mismas, limitando la capacidad de importar el combustible necesario para el funcionamiento de las centrales eléctricas.