Se han recuperado cinco cadáveres y se ha rescatado a 674 personas de un barco pesquero abarrotado en el mar Mediterráneo frente a la costa libia.
La organización benéfica alemana Sea-Watch International dijo que había rescatado a otros 428 refugiados que intentaban cruzar desde el norte de África.
428 people that the #EU would rather see dead or illegally pulled back to #Libya.
Deaths and human rights violations are accepted as measures to seal off the #FortressEurope. Let’s tear down these walls! In the #Mediterranean and everywhere. pic.twitter.com/GiO0sSyryk— Sea-Watch International (@seawatch_intl) July 24, 2022
Los guardacostas italianos dijeron que se habían producido una serie de rescates en los últimos días en el Mediterráneo.
Este año 1.234 personas han muerto o están desaparecidas en el mar, 823 en el Mediterráneo Central, según Naciones Unidas.
Al menos 19.673 personas han desaparecido en la ruta del Mediterráneo Central desde 2014, la ruta migratoria más mortífera que existe.
Mientras que la mayoría de las personas intentaron cruzar en 2015, en el punto álgido de la crisis de los refugiados, cuando un millón hizo el viaje, la agencia de la ONU para los refugiados ha dicho que los viajes son cada vez más fatales.
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Es posible que haya más personas muertas o desaparecidas en el desierto del Sahara y en zonas fronterizas remotas donde toman la ruta terrestre para intentar llegar a Europa.
Los refugiados que utilizan cualquiera de estas rutas corren un alto riesgo de sufrir abusos por parte de los traficantes de personas, aunque dada la falta de rutas seguras disponibles a menudo no tienen otra opción que poner su vida en sus manos.
La semana pasada, cuando Europa sufrió una ola de calor, los peligros aumentaron, ya que las personas que realizan el viaje no tienen acceso a agua ni a protección contra el sol, lo que puede provocar insolación y deshidratación.
ACNUR ha dicho que la situación es una "tragedia generalizada, de larga duración y en gran medida ignorada", ya que muchos huyen de conflictos, violencia o persecución.
En diciembre del año pasado, más de 160 personas se ahogaron en dos naufragios frente a la costa de Libia. Cuando las autoridades reprimieron a los refugiados en Trípoli, el número de personas que intentaban cruzar se disparó.
El año pasado, Human Rights Watch (HRW) pidió a los gobiernos de la Unión Europea que protegieran la vida y los derechos de las personas a lo largo de la ruta del Mediterráneo central, incluida la revisión de su cooperación con Libia para proteger los derechos humanos.
Los guardacostas libios han devuelto a miles de personas a Libia, donde corren el riesgo de ser recluidas en horribles centros de detención y de ser reclutadas para realizar trabajos forzados.