Estados Unidos impuso el lunes sanciones a empresas chinas y de otros países tras acusarlas de ayudar a vender decenas de millones de dólares en petróleo y productos petroquímicos iraníes al este de Asia. La medida se produce en un momento en que Washington trata de aumentar la presión sobre Teherán para que frene su programa nuclear.
Los Departamentos del Tesoro y de Estado de EE.UU. impusieron sanciones a un total de seis empresas: una en los EAU, cuatro en Hong Kong y una en Singapur. Las medidas se anunciaron en declaraciones separadas.
El Tesoro estadounidense acusa a la Compañía de Industrias Petroquímicas del Golfo Pérsico de Irán, uno de los mayores intermediarios petroquímicos del país, de utilizar estas empresas para facilitar la venta de petróleo y productos petroquímicos iraníes a Asia oriental. Se dice que utiliza las cuentas bancarias de las empresas, junto con las de BZNFR Trading Limited, con sede en Hong Kong y Malasia, para recaudar millones de dólares en ingresos.
Estados Unidos afirma que Blue Cactus Heavy Equipment and Machinery Spare Parts Trading Company, con sede en los Emiratos Árabes Unidos, ayudó a vender productos petrolíferos iraníes por valor de millones de dólares a Triliance Petrochemical Company, con sede en Hong Kong. Esta última ha sido sancionada por Estados Unidos en el pasado. Farwell Canyon HK, con sede en Hong Kong, y Chicovi International Trading también han sido sancionadas por facilitar supuestamente el envío de estos productos a compradores de Asia oriental.
Por su parte, el Departamento de Estado de EE.UU. ha impuesto sanciones a Pioneer Ship Management Services, con sede en Singapur, por operar supuestamente un buque que transportaba productos petrolíferos iraníes, y a Golden Warrior Shipping Company, con sede en Hong Kong, por supuestas transacciones relacionadas con petróleo y productos petrolíferos iraníes.
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Estas medidas congelan todos los activos con sede en Estados Unidos y, en general, prohíben a los estadounidenses hacer negocios con estas empresas. Cualquiera que realice determinadas transacciones con ellas también se arriesga a recibir sanciones. Las medidas son la tercera ronda de sanciones estadounidenses relacionadas con Irán sobre empresas chinas en los últimos dos meses.
Desde que asumió el cargo el año pasado, el presidente de EE.UU., Joe Biden, se ha mostrado reacio a castigar a las empresas chinas que participan en el comercio de petróleo con Irán, con la esperanza de alcanzar un acuerdo para reactivar el acuerdo nuclear de 2015 del Plan de Acción Integral Conjunto con Irán. Los esfuerzos por revivir el acuerdo, en virtud del cual Irán impuso restricciones a su propio programa nuclear a cambio de un alivio de las sanciones de Estados Unidos y otros países, han fracasado hasta ahora, lo que ha llevado a Washington a buscar otras formas de presionar a Teherán.
"Estados Unidos continúa por la vía de la diplomacia para lograr un retorno mutuo a la plena aplicación del JCPA", dijo el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian E Nelson. "Hasta que Irán esté dispuesto a volver a la plena aplicación de sus compromisos, seguiremos aplicando sanciones a la venta ilícita de petróleo y productos petroquímicos iraníes".
Al comentar las nuevas sanciones, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanaani, dijo que Irán respondería "con fuerza y firmeza" a la continua imposición de sanciones a la República Islámica por parte de la Casa Blanca.
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