Irán ha criticado el último paquete de sanciones impuestas por Estados Unidos contra las exportaciones de petróleo iraní. Ha prometido una "respuesta firme" al anuncio hecho el lunes por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, de sanciones contra "seis entidades que facilitan las transacciones ilegales relacionadas con el petróleo iraní", una de las "principales fuentes de ingresos del gobierno iraní".
Las nuevas sanciones anunciadas por EE.UU. se produjeron ante el estancamiento de los esfuerzos por reactivar el acuerdo del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) de 2015 para el programa de desarrollo nuclear de Irán. Estados Unidos se retiró del acuerdo unilateralmente en 2018 por el entonces presidente Donald Trump.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanaani, ha afirmado que la administración de Biden ha considerado en repetidas ocasiones la política de "máxima presión" de Trump como "fallida e ineficaz". Sin embargo, en la práctica, ha continuado e incluso ampliado esta política fallida, hasta el punto de que en medio de los esfuerzos en curso para reanudar las negociaciones para volver al acuerdo nuclear de 2015, Washington no da marcha atrás en esta "medida infructuosa y destructiva".
Kanaani añadió en un comunicado publicado en el sitio web del ministerio que "la República Islámica de Irán mostrará primero una reacción decisiva, firme e inmediata a la insistencia de la Casa Blanca en continuar las sanciones, y utilizará todas las medidas necesarias para limitar los posibles efectos negativos de estas sanciones en el comercio y la economía del país."
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La semana pasada, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, que coordina las conversaciones nucleares, reveló que había presentado a Teherán y Washington un proyecto de propuesta, instándoles a aceptarlo para evitar una "grave crisis".
En abril de 2021, Irán y las potencias mundiales iniciaron conversaciones para reactivar el acuerdo tras la retirada de Estados Unidos del mismo en 2018, a lo que Irán respondió retirándose gradualmente de la mayoría de sus obligaciones en virtud del JCPOA. Sin embargo, las conversaciones se suspendieron en marzo debido a los desacuerdos pendientes entre Teherán y Washington. A finales de junio, sin embargo, las dos partes mantuvieron conversaciones indirectas en la capital qatarí, Doha, que terminaron sin ningún avance.
El acuerdo nuclear se celebró en 2015 entre Irán, por un lado, y Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Rusia y China, por otro. Permitió el levantamiento de las sanciones a Teherán a cambio de que Irán redujera sus actividades nucleares y garantizara que su energía nuclear se produjera exclusivamente con fines pacíficos.