El líder del movimiento sadrista en Irak, Muqtada Al-Sadr, pidió ayer la disolución del Parlamento y la celebración de elecciones anticipadas. Al-Sadr hizo su llamamiento en un discurso televisado, en el que también dijo a sus partidarios que mantuvieran su sentada en el edificio del Parlamento por quinto día consecutivo hasta que se cumplan sus demandas.
Señaló que aún no está decidido a presentarse él mismo al Parlamento. "No busco la autoridad, ni tengo beneficios personales, pero pido una reforma", dijo el influyente personaje. "Las reivindicaciones malintencionadas obstruyeron la formación del gobierno de la mayoría, por lo que no es beneficioso dialogar con ellos".
Al-Sadr añadió que no está ni estará nunca satisfecho con el derramamiento de sangre, y que la mayoría del pueblo iraquí está cansado de toda la clase dirigente.
También ha acusado al ex primer ministro Nouri al-Maliki -sin llegar a nombrarlo- de intentar matarlo, según recientes filtraciones, y ha dado a entender que el poder judicial iraquí ha absuelto a personas implicadas en casos de corrupción.
Mientras tanto, los altos funcionarios iraquíes se han reunido para debatir la forma de salir del estancamiento político en el país.
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