Ucrania ha expresado su decepción por la decisión del Líbano de permitir la salida del puerto de Trípoli de un barco que supuestamente transportaba grano ucraniano robado, al tiempo que instaba sin éxito a Beirut a dar marcha atrás.
Según la agencia de noticias Reuters, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania dijo hoy en un comunicado que estaba decepcionado por la aprobación por parte de un tribunal libanés de la salida del buque de bandera siria, el Laodicea, después de que se determinara que el barco no poseía la carga robada de la que Kiev le acusaba.
El comunicado insiste en que la posición de Ucrania no se ha tenido debidamente en cuenta, sobre todo después de que el embajador ucraniano en Líbano, Ihor Ostash, dijera ayer en una conferencia de prensa en la embajada cerca de Beirut que había nuevas pruebas que un juez ucraniano había reunido y entregado a Líbano.
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Con esas pruebas que supuestamente demuestran que el barco transporta unas 10.000 toneladas de harina y cebada saqueadas por Rusia desde Ucrania, Kiev había instado al máximo fiscal del Líbano a reabrir la investigación. A pesar de ese llamamiento, el barco partió hoy después de que el lunes terminara la orden del tribunal para que el barco permaneciera en el puerto.
Sin embargo, mientras el "Laodicea" partía, otro buque con grano ucraniano se dirige actualmente al Líbano para suministrar al país el tan necesario producto, tras un acuerdo negociado por la ONU y Turquía para permitir que las exportaciones de grano de Ucrania salgan de forma segura de los puertos del país y pasen por el Mar Negro con el fin de reanudar el suministro a los mercados internacionales y evitar una crisis alimentaria mundial.