Una mujer israelí acusada de espiar para Irán y puesta bajo arresto domiciliario en diciembre ha intentado suicidarse el jueves.
Según los paramédicos israelíes, la mujer había intentado tomar una sobredosis de pastillas y fue trasladada al hospital en estado crítico.
En enero, el Shin Bet comunicó que había detenido a cinco israelíes acusados de ayudar al agente iraní Rambod Namdar, que se hacía pasar por judío.
Sin embargo, Namdar estaba estableciendo contactos con israelíes y reuniendo información sobre lugares y sitios sensibles de Israel, como la sede y las oficinas del gobierno.
Dos de los sospechosos eran la mujer y su marido. La mujer que intentó suicidarse estaba en contacto con Namdar y le pasó fotos de oficinas gubernamentales durante varios años.
También se la acusa de hacer fotos para el Consulado de Estados Unidos, y a su marido se le acusa de estar al tanto de su conexión con Nadmar, ya que la trasladó al Consulado de Estados Unidos.
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"Durante los últimos ocho meses, nuestra vida se ha convertido en un infierno", expresó el marido, quien dijo que su esposa cortó su conexión con Nadmar tan pronto como se sospechó de ella.
Según The Times of Israel, también dijo que su esposa "experimentó abusos" a manos del Shin Bet durante sus interrogatorios y mientras estaba detenida, afirmando que la obligaron a admitir los supuestos crímenes.
Señaló que, durante el juicio, se reveló que la persona que redactó los cargos no era hablante de persa: "Entonces, ¿cómo puede venir a acusarnos de espionaje?".