El Movimiento Ennahda de Túnez criticó el viernes la Constitución de 2022 por ser "ilegítima" y: "Un intento de legitimar un golpe de Estado contra la Constitución, las instituciones y los logros de la revolución".
Según el movimiento: "La llamada Constitución de 2022 es ilegítima y es un intento de legitimar un golpe de estado contra la Constitución, las instituciones y las conquistas de la revolución, además de las formulaciones unilaterales que acompañaron este proceso y la falsificación. El referéndum sobre la Constitución fue ampliamente boicoteado por tres cuartas partes de los votantes registrados".
En una declaración vista por la Agencia Anadolu, el movimiento instó a que la Constitución de 2022 "No aborda ninguno de los problemas del país, sino que perpetúa el unilateralismo, la tiranía y la evasión de la supervisión y la responsabilidad".
Advirtió contra lo que describió como: "Continuar con la política de escapismo y vender ilusiones a los ciudadanos adoptando un discurso populista que perpetúa la división de la sociedad lejos de las prioridades económicas y sociales urgentes en nuestro país".
Ennahda hizo un llamamiento a todas las fuerzas democráticas que se oponen al "golpe" para que unan sus esfuerzos: "Para hacer frente al peligro inminente de la dictadura y avanzar en el debate y el diálogo para formular una visión común que aleje al país de los peligros del colapso económico y la explosión social y allane el camino para restaurar la vía democrática traicionada."
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El movimiento responsabilizó al gobierno: "De la escalada de la crisis política, económica y social, ante la persistencia de las altas tasas de inflación y la profundización del déficit comercial. Este ascendió a 13.700 millones de dinares (4,30 millones de dólares) durante los siete primeros meses del año en curso, frente a un déficit de 8.700 millones de dinares (2,7 millones de dólares) durante el mismo periodo de 2021".
El miércoles, el presidente tunecino, Kais Saied, anunció la puesta en marcha de la nueva Constitución, sometida a referéndum el 25 de julio.
Desde el 25 de julio de 2021, Túnez atraviesa una grave crisis política cuando Saied tomó medidas excepcionales, como la destitución del gobierno y el nombramiento de uno nuevo, la disolución del Consejo Judicial y del Parlamento, la promulgación de leyes mediante decretos presidenciales y la aprobación de una nueva Constitución mediante referéndum.
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