Más de 100 días después del asesinato de Shireen Abu Akleh en Yenín, cientos de palestinos y simpatizantes se reunieron en Ramala para inaugurar una calle que lleva el nombre de la veterana periodista palestina.
La calle se encuentra en el camino que Abu Akleh recorría a diario para llegar a su trabajo en la oficina de la cadena Al-Jazeera en Ramallah y donde realizaba la cobertura en directo de los incidentes en Palestina.
El Consejo Municipal de la ciudad de Ramallah anunció la nueva calle en presencia de la familia y los partidarios de Abu Akleh, junto con un monumento en el que se encontraba durante sus reportajes.
El monumento refleja el simbolismo de Abu Akleh en la memoria colectiva de los palestinos, ya que todavía la consideran su voz. La portavoz municipal de Ramallah, Maram Totah, dijo que los nombres de las calles son una forma de honrar a quienes hicieron el máximo sacrificio al servicio de la causa palestina, ya que las calles de la ciudad siempre llevan el nombre de mártires y luchadores que llevaron su mensaje en su vida y en su muerte.
"Shireen era una donante excepcional. Llevaba la voz de los palestinos y nunca dejó de contar al mundo los crímenes cometidos por la ocupación contra el ser humano palestino", dijo Totah.
"Ella tenía un lugar especial, especial en los corazones de la gente de la ciudad. Asistía a las actividades sociales con ellos y esta memorización de ella en Ramallah es para honrarla a ella y a todos los mártires de la prensa palestina", añadió Totah.
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Además de Ramallah, muchas ciudades palestinas han bautizado calles y plazas centrales con nombres de mártires en Cisjordania y la franja de Gaza.
Varias universidades han lanzado becas y premios en nombre de Abu Akleh, como la Universidad de Birzeit, la Universidad de Al-Quds y la Universidad Árabe Americana de Yenín y Beirut.
Abu Akleh vivió y trabajó en Ramallah.
Sus fotos y murales con su imagen son omnipresentes en Cisjordania.
La familia Thabet, de Rafah, en el sur de la franja de Gaza, puso a sus hijas gemelas Shireen y Jenin, días después del asesinato de Abu Akleh.
"Echamos de menos su voz durante los últimos ataques israelíes contra Gaza. Ella era nuestra voz alta y a través de su cobertura, el mundo se enteró de nuestro continuo sufrimiento", dijo el padre de la niña, Mohammad, a la Agencia Anadolu. "La honro: sus esfuerzos durante las duras noches en las calles y los hospitales para hacer las fotos y las noticias".
Tras el último ataque israelí a Gaza, la casa de Thabet fue objeto de demolición y sus hijas de tres meses resultaron heridas.
"A pesar de esta dura vida bajo la ocupación, somos una nación infinita. Si el ejército israelí mató a Shireen, hay miles de Shireen. Le puse a mi hija el nombre de Shireen porque cuando le das a tu hijo el nombre de un mártir te aseguras su educación", añadió Thabet.
La familia de Abu Akleh sigue intentando que se haga justicia, exigiendo una investigación de Estados Unidos que esperan que conduzca a la rendición de cuentas.
El mundo conmemora el 21 de agosto como Día Internacional de Recuerdo y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo.
A pesar de la condena mundial del terrorismo, las víctimas de la ocupación israelí en Palestina están en una lucha continua para que se escuche su voz.
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Para ellos, Abu Akleh era su esperanza de no ser olvidada o desatendida y fue asesinada mientras defendía a los palestinos.
Las agresiones israelíes contra periodistas palestinos se intensificaron durante el año pasado.
El Centro Palestino para las Libertades y el Desarrollo (MADA) documentó 368 incidentes contra periodistas palestinos, con 155 violaciones directas que oscilaron entre las lesiones y el asesinato.
Durante la última guerra contra Gaza, en agosto, murieron tres periodistas y 33 sedes de medios de comunicación fueron atacadas por la aviación.
Desde principios de 2022 se han documentado más de 100 agresiones contra periodistas, la mayoría en Jerusalén y Yenín, en abril.
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