Estados Unidos ha expresado su preocupación a Turquía por sus continuos vínculos empresariales y comerciales con Rusia, advirtiéndole de sanciones similares a las empresas turcas, si la cooperación continúa.
En un comunicado de la Asociación de Industria y Negocios de Turquía (TUSIAD), se confirmó ayer que el Tesoro de EE.UU. y su subsecretario, Wally Adeyemo, habían enviado una carta a la Asociación Turca y a la Cámara de Comercio de EE.UU. en Turquía en la que se afirmaba que las empresas y los bancos del país corren el riesgo de ser sancionados por Washington.
"Cualquier individuo o entidad que preste apoyo material a las personas designadas por EE.UU. corre el riesgo de ser sancionado por EE.UU.", afirmaba la carta, según el Wall Street Journal. "Los bancos turcos no pueden esperar establecer las correspondientes relaciones con los bancos rusos sancionados y conservar sus correspondientes relaciones con los principales bancos mundiales, así como el acceso al dólar estadounidense y a otras divisas importantes".
Esa advertencia se hizo después de que Adeyemo realizara una rara visita a Ankara y Estambul ese mismo mes, en la que también expresó la preocupación de EE.UU. por los vínculos de las empresas turcas con las empresas y los oligarcas rusos, en particular en lo que respecta al uso por parte de estos últimos de entidades turcas para eludir las sanciones occidentales.
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero, Turquía ha mantenido y mejorado sus lazos con el Kremlin, a pesar de condenar la operación militar y apoyar políticamente a Ucrania, proporcionándole ayuda y vendiéndole armas.
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Los lazos de Ankara con Moscú se han ampliado especialmente en el sector económico, ya que la economía y los bancos turcos han facilitado el sistema de pagos ruso MIR después de que la economía rusa quedara aislada del sistema de pagos occidental SWIFT.
Esa facilitación ha permitido a las empresas y ciudadanos rusos utilizar a Turquía -junto con otros países como Bielorrusia y los de Asia Central y América Latina- como un conducto a través del cual operan financieramente con los mercados internacionales y evitan las sanciones occidentales.
A principios de este mes, los dos países también acordaron pagar parcialmente las entregas de gas en rublos, profundizando aún más los lazos económicos bilaterales y reforzando la posición de la moneda rusa.
A lo largo de todo esto, Ankara también se ha negado a sumarse a la imposición de sanciones a Rusia y a aislarla de cualquier forma, y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha insistido en que abandonar los lazos y cortar el diálogo será contraproducente para los esfuerzos de negociación. En este sentido, Turquía pretende seguir siendo un actor neutral y desempeñar un papel mediador.
El gobierno turco parece ser consciente de que tales pasos podrían atraer la ira de Estados Unidos y de las naciones occidentales, que podrían utilizar la cooperación turco-rusa para justificar la imposición de nuevas sanciones también contra Turquía.
A pesar de ello, insiste en que no puede oponerse directamente a Rusia debido a la gran dependencia de las importaciones energéticas rusas y al daño que acarrearía a la economía turca la imposición de medidas similares contra Rusia.