Se ha desatado la indignación después de que circulara una foto de una turista española que se unió a los colonos israelíes para asaltar la mezquita de Al-Aqsa en la Jerusalén Oriental ocupada mientras llevaba un vestido escotado con una abertura hasta el muslo.
En las redes sociales se puede ver a la mujer de pie frente a la Cúpula de la Roca con un chal alrededor de los hombros y el pecho, pero en otra imagen se la ve sentada en los escalones que conducen a la mezquita musulmana mientras estira la pierna descubierta y con la parte delantera del vestido a la vista.Más tarde publicó en su perfil de Instagram que respeta y no tenía intención de ofender a ninguna religión.
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Como en la mayoría de los sitios religiosos, incluidos los lugares sagrados cristianos y judíos, en Al-Aqsa se aplican códigos de vestimenta.
La mezquita de Al-Aqsa no está abierta a los turistas, pero las fuerzas de ocupación israelíes les permiten entrar en el espacio de oración musulmán a través de la puerta de Al-Mughrabi, de la que sólo Israel tiene la llave. Los grupos de colonos irrumpen regularmente en el lugar sagrado para realizar rezos judíos, contraviniendo los acuerdos firmados por los dirigentes israelíes y palestinos.