En Deir ez-Zur, rica en petróleo, donde ambos tienen una presencia estratégica, se han producido sangrientos enfrentamientos entre Estados Unidos y los aliados de Irán, informó el viernes The New Khalij.
Deir ez-Zur es la mayor ciudad del este de Siria y la séptima del país devastado por la guerra. Está situada a 450 kilómetros (280 millas) al noreste de Damasco, y el río Éufrates la atraviesa.
El régimen sirio, respaldado por Irán y sus aliados y por Estados Unidos y sus aliados, ha estado supuestamente combatiendo a Daesh en la zona.
Las fuerzas estadounidenses y sus aliados, principalmente las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), están estacionadas en dos grandes campos petrolíferos en el lado oriental de la provincia. El régimen y sus aliados, incluidas las unidades iraníes, están estacionados en Deir ez-Zur, la capital de la región.
Estados Unidos, que tiene 900 soldados en la provincia, afirma que están allí para garantizar la derrota total de Daesh. Sin embargo, desde 2017 han estallado enfrentamientos esporádicos con las fuerzas respaldadas por Irán y las fuerzas estadounidenses y sus aliados.
Los enfrentamientos comenzaron con un supuesto ataque de un dron iraní contra la base estadounidense, Al-Tanf, en la frontera que une Siria, Irán y Jordania. A continuación, aviones de combate estadounidenses respondieron al ataque cerca de la base. En consecuencia, las facciones, respaldadas por Irán, lanzaron ataques, y Estados Unidos respondió, lo que dio lugar a un interminable círculo vicioso de ataques y respuestas.
En 2011, los sirios se echaron a la calle pidiendo la dimisión del dictador Bashar Al-Assad, pero éste respondió a las protestas pacíficas con fuerza extrema.
En el transcurso de diez años, 12 millones de sirios se han visto obligados a huir del conflicto y dejar atrás sus hogares, a menudo varias veces, lo que ha dado lugar a la mayor crisis de desplazados del siglo.
Las estadísticas oficiales estimaron el número de sirios muertos desde 2011 en más de 400.000, y algunas estadísticas elevaron la cifra a 500.000.
Una parte importante de la infraestructura de Siria también ha sido destruida, y el sistema sanitario relativamente funcional de Siria ha quedado devastado.