Colonos judíos israelíes extremistas asaltaron el domingo el recinto de la mezquita de Al-Aqsa por la Puerta de los Leones. Fuentes de Jerusalén señalaron que era la primera vez desde que comenzó la ocupación israelí de Jerusalén Este en 1967.
Normalmente, las autoridades de ocupación israelíes permiten a los grupos de colonos irrumpir en el lugar sagrado a través de la Puerta de Marruecos, en el lado occidental del recinto.
El jeque Omar Kiswani, director de la mezquita de Al-Aqsa, describió la incursión desde la Puerta de los Leones como una "medida grave que viola el statu quo del lugar sagrado y los acuerdos firmados entre Israel y Jordania sobre los asuntos de la mezquita".
Desde 2003, las autoridades de ocupación israelíes permiten a los colonos asaltar el recinto casi a diario, excepto los viernes.
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El Departamento del Waqf Islámico, gestionado por Jordania y encargado del lugar sagrado, ha calificado en repetidas ocasiones la presencia de los colonos en la mezquita de Al-Aqsa como una provocación, afirmando que los fieles y los guardias palestinos de Al-Aqsa se sienten incómodos con la presencia de policías y colonos israelíes que recorren el lugar sagrado islámico.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados palestino, en un comunicado, condenó la medida israelí como "una flagrante violación del statu quo de la mezquita destinada a perpetuar la división temporal de la mezquita de Al-Aqsa en el camino de dividirla espacialmente".
El ministerio consideró al gobierno israelí plenamente responsable de las consecuencias de su agresión contra Jerusalén y sus lugares sagrados islámicos y cristianos, en particular la mezquita de Al-Aqsa.