El primer ministro iraquí, Mustafá Al-Kadhimi, pidió ayer al líder del movimiento sadrista, Moqtada Al-Sadr, que llame a sus partidarios a retirarse de las instituciones gubernamentales en la Zona Verde, informó la Agencia de Noticias iraquí.
"Los peligrosos acontecimientos que tuvieron lugar el lunes, cuando los manifestantes irrumpieron en la Zona Verde y entraron en las instituciones gubernamentales, indican la gravedad de las repercusiones de la continuación y acumulación de las diferencias políticas", dijo Al-Kadhimi.
Añadió que la violación de las instituciones del Estado por parte de los manifestantes "es un acto condenado e ilegal", y pidió a Al-Sadr, "que desde hace tiempo apoya al Estado y hace hincapié en su prestigio y en el respeto a las fuerzas de seguridad, que ayude a pedir a los manifestantes que se retiren de las instituciones gubernamentales".
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Al-Kadhimi añadió que "la persistencia de la disputa política hasta el punto de perjudicar a todas las instituciones del Estado no sirve a las capacidades, aspiraciones, futuro e integridad territorial del pueblo iraquí".
Al-Kadhimi renovó su llamamiento a la contención, pidiendo a los manifestantes que se retiren inmediatamente de la Zona Verde y acaten las instrucciones de las fuerzas de seguridad encargadas de proteger las instituciones oficiales y la vida de los ciudadanos.
Anteriormente, el lunes, Al-Sadr anunció que se retiraría de la labor política y cerraría sus oficinas políticas.
El anuncio provocó reacciones airadas de sus partidarios en todo el país.