La inteligencia canadiense ayudó a pasar de contrabando a Shamima Begum y a otros británicos a Siria para que se unieran a Daesh durante años, según afirma un nuevo libro.
Según Richard Kerbaj, antiguo corresponsal de seguridad de The Sunday Times, su próximo libro "The Secret History of the Five Eyes" (La historia secreta de los cinco ojos) afirma que la inteligencia canadiense reclutó a un traficante de personas llamado Mohammed Al-Rashed cuando éste solicitó asilo en la embajada de Canadá en Jordania.
Tras fotografiar los pasaportes de Begum y sus amigos, alegando que necesitaba una prueba de identidad para comprar billetes de transporte, Rashed remitió esas imágenes al Servicio de Inteligencia de Seguridad Canadiense (CSIS).
La huida a Siria y Begum -que era originaria de Bethnal Green y solo tenía 15 años en el momento del incidente, en 2015- y sus amigas fueron denunciadas entonces por el Servicio de Policía Metropolitana del Reino Unido, que hizo un llamamiento urgente preguntando a cualquiera que hubiera visto a las adolescentes después de ir al aeropuerto de Gatwick.
Sin embargo, Canadá guardó silencio. Sólo cuando las autoridades turcas detuvieron a Rashed y descubrieron en su poder los documentos de viaje y los billetes de autobús de las adolescentes, encontraron el vínculo. Turquía informó al Reino Unido, que a su vez fue convencido por Canadá para que ocultara su papel, según el libro.
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Según la BBC, también afirmó que había obtenido archivos que demostraban que el agente afirmaba haber compartido los detalles del pasaporte de Begum con Canadá, y que había hecho contrabando con otros británicos para luchar en Siria para Daesh.
El medio citó a un portavoz del CSIS que dijo que no podía "comentar públicamente ni confirmar o negar los detalles de las investigaciones, intereses operativos, metodologías o actividades del CSIS". Un portavoz del gobierno británico también habría declarado que "es nuestra política de larga data que no hacemos comentarios sobre la inteligencia operativa o asuntos de seguridad."
Begum tiene ahora 23 años y se encuentra en un campo de detención en Siria después de que se le revocara la ciudadanía británica. Si la afirmación de que fue víctima de la trata de personas por parte de un agente de la inteligencia canadiense resulta ser cierta, se especula que podría ayudarla a recuperar su ciudadanía y a que se le permita regresar al Reino Unido.
Tasnime Akunjee, el abogado de Begum y su familia, declaró que era "chocante" saber que alguien que trabaja para la inteligencia canadiense desempeñó un papel clave en la operación de contrabando. Canadá, dijo, "se supone que es un aliado, que protege a nuestro pueblo, en lugar de traficar con niños británicos a una zona de guerra". Añadió que "parece que se ha dado prioridad a la recopilación de información sobre las vidas de los niños".