India ha acusado a Turquía de "flagrante desprecio" de las resoluciones de seguridad de las Naciones Unidas en Libia, en medio de la reanudación de los combates en el país entre las fuerzas que respaldan a los primeros ministros rivales.
A finales de la tercera semana de agosto, la capital libia, Trípoli, fue testigo de intensos enfrentamientos entre las milicias que luchan por bandos opuestos en el país, después de que las fuerzas que respaldan al primer ministro del este, Fathi Bashagha, entraran por la fuerza en la ciudad e intentaran hacer retroceder a las fuerzas que luchan bajo el mando del primer ministro interino, Abdul Hamid Dbeibah.
Los combates -que han causado la muerte de al menos decenas de personas y centenares de heridos, hasta el momento- han hecho temer una nueva guerra civil en el país, un año después de que se estableciera el nuevo gobierno unificado libio, tras casi una década de conflicto.
El martes de la semana pasada, el Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) celebró una reunión informativa en Nueva York, en la que los funcionarios de la organización y los Estados miembros expresaron su preocupación por la reanudación de los combates.
Ruchira Kamboj, representante permanente de la India ante la ONU, -y también presidenta del panel del Consejo sobre las sanciones a Libia-, emitió una declaración a título nacional en la que reiteró la necesidad de una retirada completa de las fuerzas extranjeras y los mercenarios de Libia, un objetivo que hasta ahora no ha tenido "avances tangibles".
"La presencia continuada de fuerzas y mercenarios extranjeros es perjudicial para la paz y la estabilidad del país y de la región. Se han producido violaciones flagrantes del embargo de armas en Libia", declaró.
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Kamboj también citó un informe del Grupo de Expertos de la ONU del Comité de Sanciones contra Libia, publicado en mayo de este año, que aparentemente demuestra que Turquía violó la resolución 1970 del Consejo de Seguridad de la ONU al proporcionar entrenamiento y asistencia militar a las fuerzas afiliadas al Gobierno de Unidad Nacional (GUN) con sede en Trípoli.
Citó el informe afirmando que los expertos de la ONU además "observaron la presencia continua de combatientes sirios respaldados por Turquía en los campamentos militares de las Fuerzas Afiliadas al Gobierno de Unidad Nacional en Trípoli".
Según Kamboj, estas acciones significan que Turquía es culpable de un "flagrante desprecio" por las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, lo que constituye un motivo de grave preocupación. Afirmó que también constituían una violación del acuerdo de alto el fuego alcanzado por las partes enfrentadas en Libia en 2020, una violación que, según ella, se sumaba al "estancamiento político duradero".
La representante india reiteró que "hay que salvaguardar la soberanía, la unidad y la integridad territorial de Libia. El proceso político debe estar totalmente dirigido por los libios y ser de su propiedad, sin imposiciones ni interferencias externas".
El grupo de expertos también identificó a otros países que han violado el embargo de armas, como Rusia, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Egipto, que apoyaron a las fuerzas libias del este durante el anterior conflicto.
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