El ministro de Asuntos Exteriores de Qatar, Sheikh Mohammed Bin Abdulrahman Al-Thani, ha declarado que su país mantiene sólidas relaciones con Estados Unidos y que China es su mayor proveedor de energía y aliado político. Al-Thani afirmó que ambas naciones "Tienen un importante papel que desempeñar en la paz y la estabilidad mundiales".
En su entrevista con News Arabia, Al-Thani añadió que Doha no quiere estar en una posición en la que tenga que elegir una parte a expensas de la otra. Continuó diciendo que, si se viera obligado a adoptar esta posición, no daría prioridad a la relación con un país a expensas del otro: "La mayoría de los países del mundo no quieren ver una polarización en el mundo; no quieren ver grandes competiciones de poder".
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El ministro qatarí subrayó que esta tensión "sólo nos llevará a una mayor polarización y hará del mundo un lugar más difícil para todos nosotros", según cita el diario qatarí Al Sharq.
Aconsejó a los países que tienen relaciones con Estados Unidos y China que mantengan relaciones amistosas con todos los países y que ayuden a resolver las diferencias de forma pacífica para evitar la escalada.
En cuanto al mercado energético mundial, Al-Thani dijo: "Qatar busca estabilizar el mercado energético, y es en interés de todos que esto ocurra".
Al-Thani explicó que el mercado energético es inestable, y señaló que Qatar espera que haya estabilidad en este campo porque es un proveedor a largo plazo de muchos países. Añadió que su país tiene muchas alianzas con Asia y Europa y busca continuarlas.
Según Al-Thani "A pesar del cambio en el mercado energético tras la pandemia de Corona y la inestabilidad de los mercados, nunca hemos retrasado ningún envío con nuestros socios. Suministramos a Asia y también a Europa, y no hemos dado prioridad a uno sobre otro. Nos limitamos a cumplir nuestros contratos, y queremos ayudar a todos nuestros amigos".
Las repercusiones de la pandemia mundial y de la guerra rusa contra Ucrania, que se prolonga desde febrero de 2022, provocaron un aumento significativo de los precios del crudo y del gas, superando los 100 dólares por barril después de haber caído a menos de 30 dólares por barril en 2020.