El veredicto sobre si un periodista ruso será condenado a 24 años de prisión por alta traición será emitido hoy por un tribunal.
Ivan Safronov fue detenido en julio de 2020 y ha permanecido en prisión preventiva desde entonces acusado de pasar secretos de Estado a la inteligencia alemana y checa entre 2015 y 2017.
A finales de agosto, un fiscal del gobierno argumentó que tras su liberación, Safronov debía ser condenado a dos años de libertad restringida y a una multa de más de 8.000 dólares.
Antiguo corresponsal militar de Kommersant y Verdomosti, un diario económico ruso, Safronov rechazó una oferta de un fiscal que le pedía que se declarara culpable a cambio de una sentencia más corta de 12 años.
Los analistas afirman que hay pocas pruebas contra él, y su equipo de defensa dice que las acusaciones contra él están relacionadas con su trabajo como reportero y que era el objetivo por revelar los planes de un acuerdo de armas de 2.000 millones de dólares a Egipto.
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Según el sitio web de investigación independiente Proekt Media, la información clasificada que se acusa a Safronov de pasar a los servicios de inteligencia occidentales ya está disponible públicamente en Internet.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) ha calificado la petición de la fiscalía rusa de encarcelar a Safronov durante 24 años como "escandalosa, incluso para el bajo nivel de exigencia ya establecido por el gobierno del país".
El CPJ ha pedido a las autoridades que retiren todos los cargos contra el periodista y lo pongan inmediatamente en libertad.
Desde la invasión rusa de Ucrania en febrero, la libertad de prensa en Rusia se ha deteriorado, y los periodistas han sido acusados de extorsión en una aparente represalia por su trabajo de investigación de asuntos empresariales y políticos, según el CPJ.
Desde la llegada al poder del presidente Abdel Fattah Al-Sisi en Egipto, los grupos de derechos humanos han denunciado el número de países que se apresuran a realizar ventas de armas con El Cairo.
Egipto es uno de los regímenes más represivos del mundo, con unos 60.000 presos políticos que son sistemáticamente torturados y a los que se les niega la atención médica.
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