Ante los continuos ataques israelíes en su patria, los palestinos que viven en Argentina saben que tienen el deber de preservar y compartir su cultura e identidad. La Fiesta del Inmigrante y otras iniciativas similares en Argentina les permiten hacerlo, y este año han estado presentes por primera vez. La capital argentina, Buenos Aires, celebró el festival del 3 al 5 de septiembre en la Dirección Nacional de Migraciones de Argentina.
El festival nació del deseo de las comunidades de emigrantes de preservar su patrimonio y compartir sus variadas culturas con sus conciudadanos argentinos. Ofrece oportunidades para demostrar la convivencia, el aprendizaje y el entendimiento entre culturas diversas, pero integradas.
Además de los palestinos, las comunidades de Siria, Líbano y otros países de Oriente Medio estuvieron representadas en el festival, que coincidió con el Día Internacional del Migrante, que el gobierno de Buenos Aires acordó celebrar el 4 de septiembre de cada año. Para los palestinos de Argentina era importante participar, ya que querían demostrar que su cultura está muy viva y que conservan sus vínculos con su patria, que esperan que vuelva a ser independiente algún día.
La pequeña comunidad palestina tuvo una presencia destacada, lo que le dio la oportunidad de presentar su comida, su música, sus trajes tradicionales, su danza y su artesanía a un público más amplio. Participaron representantes de la Embajada de Palestina, así como el grupo de dabke Jabal Al-Zaitun.
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El grupo de danza tradicional de Argentina explora la identidad, la cultura y la resistencia a través de sus actuaciones, y así permite a los refugiados palestinos sentirse más conectados con su patria. El grupo se formó en 2018 con la ayuda del embajador de Palestina, Husni Abdel Wahed, que apoyó la iniciativa desde el principio.
"Nuestros representantes ofrecieron a los visitantes información sobre turismo, cultura e historia durante todo el evento", explicó la funcionaria de la embajada Sheryn Barham. "Palestina fue el único país que ofreció un desfile de trajes tradicionales que sorprendió a la gente por la variedad de colores y la complejidad de los bordados palestinos".
Barham explicó que el mensaje a la gente de Argentina y Sudamérica era muy claro: los palestinos no pueden ni van a olvidar su cultura y su patrimonio. "Este festival es nuestra forma de rechazar la ocupación y la incautación de tierras palestinas por parte de Israel", dijo. "La ocupación intenta robar nuestra cultura, alegando que la comida, la música, las canciones tradicionales y las ropas bordadas palestinas son de origen israelí".
El funcionario de la embajada sabe que la participación palestina en el festival es muy importante. "Ilustra la importancia de los inmigrantes que han contribuido a la construcción de la identidad de Buenos Aires, incluidos los palestinos".
Argentina tiene una pequeña comunidad palestina dentro de una comunidad árabe más grande, y la mayoría de los inmigrantes palestinos viven en Buenos Aires. "Nuestros palestinos en Argentina pueden ser pequeños en número, pero son muy activos", señaló Barham. "Trabajan incansablemente para difundir la causa palestina a través de organizaciones de derechos humanos y grupos políticos que tienen efecto en la sociedad civil argentina"
La existencia y la presencia de Palestina y su pueblo deben sentirse en cualquier lugar y en todas partes, en todas las esferas de la vida: la cultura, el turismo, la política, el comercio, el mundo académico, el deporte y la diplomacia. La embajada es muy consciente de ello, como me dijo Barham.
"Concienciamos sobre lo que ocurre en Palestina a diario, y tratamos de presentar una imagen más amplia y representativa de nuestra tierra y nuestro pueblo. Tenemos muchos siglos de historia, patrimonio cultural, una rica tradición y una identidad propia. La presencia de Palestina en este tipo de eventos es fundamental para mostrar no sólo que seguimos existiendo y que perseveraremos por nuestros derechos, sino también que tenemos mucho que ofrecer, como cualquier otra nación."
La Fiesta del Inmigrante de Buenos Aires es una oportunidad para que todas las comunidades compartan su identidad histórica y su historia en el país anfitrión. Por eso era tan importante que Palestina estuviera representada este año."Tenemos sangre, orgullo y dignidad palestinos, así que tenemos que trabajar para protegerlos", concluyó Sheryn Barham. "Tenemos que difundir nuestras tradiciones, la música, la danza, la historia, la cultura y la vestimenta nacional a pesar de la propaganda negativa contra nosotros. Confiamos en que nuestra participación en este evento nos abrirá las puertas para participar en este mismo evento el año que viene y en muchos otros similares en el futuro."
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