Varios padres judíos impidieron ayer a tres cuidadoras entrar en la guardería en la que trabajan por su identidad palestina, según ha informado Haaretz.
La directora de la guardería del barrio de Holon, en Tel Aviv, gestionada por la organización de mujeres Na'amat, se sintió amenazada por los padres y pulsó el botón de pánico de emergencia. Las tres palestinas de Jerusalén se fueron a casa y dijeron que no volverían a trabajar.
"Es una vergüenza y una desgracia", dijo la presidenta nacional de Na'amat, Hagit Pe'er. "Protegeremos el derecho de todos nuestros empleados a trabajar sin importar su origen o religión. Es sorprendente que sea necesario dejar esto claro en el Estado de Israel en 2022."
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El personal de la guardería, explicó Haaretz, condenó la conducta de los padres judíos y dijo que hoy harían huelga en protesta por esta "vergüenza, desgracia y racismo".
Los padres se reunieron e impidieron que los cuidadores palestinos entraran en la guardería tras una publicación en la página municipal de Facebook de Holon en la que se decía que la madre de un niño que asiste a la guardería afirmaba que los nuevos cuidadores no hablan hebreo. El post también afirmaba que las cuidadoras no están acreditadas ni evaluadas, y que las familias no habían sido informadas de que se había contratado a mujeres árabes.
"Todos los días recibimos nuevas empleadas y no informamos a los padres de cuándo empieza una nueva empleada y cuál es su estatus", señaló Pe'er. "Este incidente es racismo por excelencia. No aceptaremos esta conducta de ninguna manera".